Las peripecias politicas del funcionario preso Martin Romano

El socialismo se encontró sorpresivamente con un eslabón para contrarrestar, al menos un poco, la copiosa lluvia de denuncias y hasta insultos por la inseguridad (que de todos modos arrecia) vertidas desde el peronismo obeidista Un funcionario ascendido como tal de manera, cuanto menos insólita, durante el epílogo del gobierno de Obeid, Martín Romano, fue sorprendido "in fraganti" hace once días sospechado de haber consumado el robo a mano armada a una panadería del macrocentro santafesino junto a un cómplice y ex presidiario. Romano tenía a cargo la inserción social de personas liberadas de cárceles santafesinas.

Romano, apenas detenido tras una persecución policial sacó a relucir las chapas: “a mí no me pueden llevar preso porque soy funcionario", vociferó exaltado, mientras blandía desafiante una credencial oficial en las narices de los azorados policías que lo detuvieron, A los policías les costaba creerle y al propio juez de instrucción Sergio Carraro tambiín lo asaltó la misma sensación de sorpresa e incredulidad cuando le comunicaron la novedad un rato despuís. Pero el hombre no mentía. Romano efectivamente es director general de Control y Asistencia Pos-Penitenciaria de la provincia (el ex Patronato de Liberados) y está detenido en una comisaría de esta capital a disposición de la Justicia, imputado de "robo calificado por el uso de arma de fuego" en grado de partícipe principal” señala el Diario La Capital de Rosario en su crónica.

Tras un allanamiento la policía encontró en el domicilio de Romano, situado a pocas cuadras del organismo en el cual cumplía funciones y de la panadería asaltada, proyectiles del mismo calibre que el arma que portaban el funcionario provincial y su cómplice en su frustrada huida y chips telefónicos además de valiosa documentación. Esta última derivó en el nuevo allanamiento que el magistrado encabezó en las oficinas de la Dirección Provincial de Control y Asistencia Pos-Penitenciaria.

Desde el gobierno provincial se despegaron inmediatamente de cualquier responsabilidad política por la presencia de Romano en un cargo público aduciendo que fue designado en Julio del 2007 y es de planta, aunque ello no los redime del todo de la distracción operativa, ya que Martín Romano, nacido el 29 de Julio de 1981 ostentaba un interesante prontuario del que nadie tampoco en la gestión socialista se percató.

Según el portal de noticias Notifí, Martín Romano, el 5 septiembre de 2003, mediante el decreto 2780, firmado por Reutemann, Carlos Carranza y Miguel Asensio, ingresó junto a un centenar de aspirantes y con carácter de provisorio, al Servicio Penitenciario santafesino. El 2 de junio de 2006, mediante el decreto 1239, el entonces Gobernador Obeid lo hace cesar en el cargo dentro del Servicio Penitenciario y los reasigna en la Dirección del Patronato de Liberados, con la categoría 4. Un año despuís, el 26 de julio de 2007, queda plasmado en el decreto 1505, firmado por Jorge Obedi, Roberto Rosúa y Walter Agosto, la designación de Martín Romano como Director General del Patronato de Liberados, con la categoría 9. Con 26 años, sin experiencia en materia de asistencia y promoción a ex convictos o presos en situación de libertad transitoria o con salidas laborales, Romano llegó al cargo, resistido por el personal de carrera y por responsables del área entrenados por años dentro de la dureza del sistema.

Los problemas de Romano con la ley penal desde los 20 años quedaron registrados en un legajo. En noviembre del año pasado tuvo que testificar frente a un juez, involucrado oblicuamente con la banda que robó 50 cajas de ahorro de la sucursal santafesina del Banco Macro. En la agenda de uno de los involucrados estaba el nombre de Romano. El funcionario había conocido a parte del grupo que protagonizó el atraco bancario más importante de los últimos años de la región en una whiskería. Allí, hicieron buenas migas y sumaron a los brindis al hermano de una jueza penal santafesina, que tambiín debió declarar en la justicia.

El cautivante accionar por el sinuoso camino del delito descrito anteriormente no fue advertido por nadie en las gestiones de Binner ni en la del actual Gobernador Bonfatti, y con seguridad derribará la estrategia del abogado defensor que intenta hacerlo pasar por un psicópata con trastorno de personalidad que – al momento de asaltar la panadería – no sabía lo que hacía.

Por lo visto desde los 20 años (hoy tiene 32) Romano tiene conflictos con su personalidad que lo llevaron a reñir con la Ley penal en varias oportunidades y así y todo dos gobiernos peronistas lo nombran en un cargo público, luego lo ascienden, y otros dos gobiernos socialistas no se percataron de sus antecedentes.

El ministro de Justicia Juan Lewis –cartera de la cual dependía el funcionario preso por robo calificado– confesó estar “profundamente fastidiado por el caso”, a la vez que cuestionó que el acusado haya sido “designado automáticamente”, en el año 2006, durante el gobierno del Jorge Obeid, violándose la Ley 24.660 que dice que el cargo para el cual se lo designó tenía que estar conformado por personas ajenas a la órbita de una fuerza de seguridad, de la cual precisamente formaba parte Romano, que revistaba en el Servicio Penitenciario y del cual fue automáticamente sacado para ingresar en la administración pública, al Patronato de Liberados.

Según el mismo portal de noticias Notifí, Martín Romano tendría oportunos padrinos en el mundo de la política que explicarían tantas contradicciones que tanto “fastidian” al Ministro de Justicia Lewis.

Fuente: otrosambitos.com.ar