La intendente Mónica Fein y la secretaria de Promoción Social, Cecilia González, recorrieron las renovadas instalaciones del Centro de Convivencia Barrial Emaús, ubicado en Gínova 7958, en el distrito Noroeste, donde la Municipalidad promueve procesos de inclusión dirigidos a la población de mayor vulnerabilidad social, priorizando la primera infancia, los jóvenes y los adultos mayores.
El Centro de Convivencia Barrial Emaús depende de la Secretaría de Promoción Social, trabaja con los barrios La Bombacha, Stella Marís y el propio Emaús, y lleva adelante las políticas sociales de la Municipalidad de Rosario.
“Reinauguramos este lugar, que es un espacio muy querido por todo el barrio, un lugar de puertas abiertas, donde todos podemos construir y sumar nuestras capacidades”, remarcó la secretaria de Promoción Social, Cecilia González, en referencia al proceso a travís del que la Dirección General de Infancias y Familias está poniendo en marcha los Centros de Convivencia Barrial –ex centros Crecer, refuncionalizados– para promover políticas dirigidas a la población de mayor vulnerabilidad social.
De este modo, los Centros de Convivencia son espacios a partir de los cuales son posibles procesos de inclusión educativa para niñas y niños e inserción laboral y permanencia en las escuelas para los jóvenes, al igual que la inclusión digital.
Fein agradeció, por su parte, a todo el equipo del Centro que todos los días “pone el alma para que esto funcione”. En el marco de la refuncionalización de estos espacios –los ex Crecer destinados a las infancias– la intendenta remarcó que “ahora amplían la mirada a toda la familia, de manera integral”.
La intendenta, asimismo, adelantó además la próxima llegada de otra docente “que permitirá la incorporación de más niñas y niños al lugar, donde puedan sentirse estimulados, contenidos, puedan jugar, educarse y pasarla bien junto a nosotros”.
Verónica Pírez, coordinadora del Centro de Convivencia Emaús, relató por su parte que trabajan con “niños desde los 3 años, que desayunan, tienen actividades educativas y almuerzan”. Tambiín acuden niños desde los 6 a 13 años y mujeres que participan de distintos talleres, y ahora se preparan para recibir las próximas actividades con adultos mayores.
Jóvenes, educación e inserción laboral
“La permanencia en la escuela de los jóvenes de 12 a 25 años suele ser compleja, por distintos motivos, así como la inserción laboral. Tenemos que trabajar acompañando a las y los jóvenes maravillosos que tenemos en cada barrio para abrirles el camino de ese futuro que quieran ellos construir, dedicándose a lo que les guste, pero acompañándolos, para que sigan estudiando, se capaciten en una actividad particular que quieran desarrollar, en un oficio. En este Centro habrá un fuerte impulso con un equipo de jóvenes y docentes que van a estimular las actividades para ellos”, refirió Fein.
Destacó la intendenta que se articularon varias acciones para que los cursos de capacitación en oficios que habitualmente promueve la Municipalidad ahora estín más vinculados a la posibilidad de una inserción laboral dadas las necesidades que tienen los comercios e industrias de la zona. “Sin dejar de lado el objetivo planteado, junto a la provincia, a principios de este año de que aquellos jóvenes que por distintos motivos abandonaron sus estudios vuelvan a la escuela”, remarcó la mandataria.
Convocatoria a participar para construir una sociedad mejor
Fein agradeció el trabajo de las instituciones del barrio: “Sin ellas sería muy difícil trabajar desde el municipio, porque las instituciones son el lugar donde las vecinas y los vecinos se encuentran”, expresó.
La titular del Ejecutivo local tambiín convocó “a las mamás, los papás, a los vecinos a participar, para cambiar la realidad hay que participar, en la vecinal, en el club del barrio, en la parroquia, en el Centro de Convivencia, hay que participar”, y anticipó que “aquí (en el Centro de Convivencia) se va a armar una mesa barrial donde se van a discutir cuáles son los problemas del barrio, que a veces son la basura, las zanjas, la seguridad y juntos entre el Estado y los vecinos vamos a ir encarando la solución a esos problemas, que tanto nos preocupan”.
Luego instó a seguir fortaleciendo estos Centros de Convivencia. “Convivir es vivir con otros y otras. Es saber que hay otras personas que tiene cosas para contarnos, de quienes tenemos que aprender y tambiín con quien queremos compartir saberes y cosas. En nuestra vida o en nuestra tarea creemos que es mucho más lindo un camino compartido junto a otros de la mano y para eso convivimos. Con un vecino o vecina que tiene un problema o reclamo pero que tiene ganas de luchar para cambiar las cosas, que cree que hay que cambiar, así que a vivir y a participar”, dijo Fein al finalizar su mensaje.
“Nunca agarrí una aguja en mi vida”
En las paredes del Emaús hay murales y dibujos de los niños del lugar. En lápiz alguien escribió, sin mencionar el autor, Mahatma Gandhi, “La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.
Mariela es una joven mamá. Participa de uno de los talleres que se da en el lugar. “Nunca agarrí una aguja en mi vida y ahora tambiín manejo la máquina de coser elíctrica”, reveló. En el Emaús tambiín aprendió tícnicas de confección de muñecos y móviles, en gomaespuma, muselina, vellón y telas variadas con las que realizan objetos con diseños originales. “Acá paso muchas horas trabajando”, dice Mariela que ahora tiene su propio emprendimiento con lo que aprendió. En el salón cuentan con máquinas de coser e insumos que provee la Municipalidad para que puedan concretar y luego vender sus productos, en el barrio o en las ferias. Ella y otras compañeras realizan souvenirs para cumpleaños, bautismos, casamientos. “Tengo muchos problemas, esto hace que me sienta bien. Me mandó el mídico del Centro de Salud para que venga acá a hacer un taller y salir de mi casa. Ahora vivo de esto”, contó Mariela, que está “recontenta y agradecida”.
Juana la “profe”
Tiene 27 años de servicio en el lugar y cuatro dictando el taller, al que asisten “40 adolescentes y jóvenes”. Ella es Juana la “profe”; les enseña a coser, a desarrollar su creatividad y a concretar “una fuente de laburo” y relata que una de sus alumnas le compró zapatillas a su nene con artesanías que vendió. Extendiendo su mano invitó a mirar las decenas de productos que colgaban de las paredes: “Todo esto hacemos”, dice. Entre tantos se destacaba “el pato portapreservativos”, “porque en esto tambiín debemos educar”.
Juana le mostró a Fein algunos de los productos, “que hacemos con lo precario que tenemos, máquinas viejitas que andan igual”. Emocionada contó que la intendenta prometió conseguir, cuanto antes, una máquina de coser nueva y una remalladora para seguir ampliando el taller. “Este lugar es lo más para mí. Las chicas vienen, aprendemos, compartimos el trabajo, una taza de tí, tortas que hacen y traen ellas… muy lindo”, y por último invitó: “Todos tienen que conocer esto”.
En otra salas niños y niñas aprendían los colores, con mamás de espectadoras. En la hoja de Tatiana y Tatu un sol aparecía sobre supuestas montañas. Otros paisajes eligió Bruno para su hoja pintada tambiín con pincel y tímperas.
Junto a la intendenta participaron de esta recorrida el secretario General, Jorge Elder; la subsecretaria de Economía Solidaria, Susana Bartolomí; el subsecretario de Acción Social, Josí María Catena; la directora general de Infancias y Familias, Alejandra Subirá; y la directora de Adultas y Adultos Mayores, María Alcira Scarpone, entre otros funcionarios, vecinas, vecinos e invitados.
Fuente: otrosambitos.com.ar