La llegada de Rafael Correa había despertado expectativa en cuento a la posición que podía llegar a manifestar sobre el acuerdo que firmó la petrolera nacional con Chevron para la explotación del yacimiento Vaca Muerta. Ecuador sostiene un diferendo judicial con esa compañía, razón por la cual existía la posibilidad de que surgiera algún desencuentro entre dos gobiernos que se declaran aliados. Pero no ocurrió.
A poco de aterrizar en Buenos Aires, Correa evitó los cuestionamientos y, por el contrario, se mostró comprensivo con la decisión de la Casa Rosada. "Nosotros confiamos totalmente en Cristina Fernández de Kirchner", sentenció. "Todo nuestro apoyo a la Presidenta, esto para evitar todo tipo de especulaciones que se han tenido al respecto", añadió.
"Si Cristina Fernández de Kirchner hubiera sido presidenta del Ecuador en la ípoca en que Texaco destruyó la selva ecuatoriana, eso jamás lo hubiera permitido", afirmó en referencia al episodio que desató la demanda del Estado contra la compañía.
El primer mandatario ecuatoriano arribó poco despuís de las 16:30 acompañado de una reducida comitiva y fue recibido por la embajadora de Ecuador en Argentina, Gloria Vidal Illingworth, y el subdirector de Ceremonial de la Cancillería argentina, Víctor Trueda.
"Estoy muy contento de estar nuevamente aquí en esta patria tan querida, en esta patria grande. Mi presencia aquí, para todas las especulaciones que se han realizado, es para participar en la inauguración de la vigísima quinta Conferencia Interamericana de Scoutismo", dijo Correa al bajar del avión.
Fuente: otrosambitos.com.ar