Carlos Reutemann volvió al centro de la escena política en el momento justo y el lugar gestualmente apropiado: el campo Massa fue la circunstancia; podía haber sido Scioli (a quien, aunque a muchos les resulte curioso, “no da por muerto”, salvo que lo mate el kirchnerismo) si no estaría involucrado con el gobierno Inmediatamente comenzó el juego de las fantasías y las perversiones. “el Lole secundará a Massa como Vicepresidente”, azuzó Roxana Latorre en un ingenuo intento de utilizarlo en contra de Massa, alucinando con una desmentida a sabiendas de que Reutemann, quien le respondió comiendo un asado con Massa, jamás será segundo de nadie.
Otros ensueños: “Reutemann será candidato a Gobernador”. Nadie lo sabe, aunque suena improbable. “Si el Lole apoya a Massa, entonces apoya a los candidatos del Cachi Martínez Carignano y Fleitas en Santa Fe”. Dudamos que Martínez, que es hábilmente inteligente se suicide tan joven siquiera insinuándolo públicamente; sabe perfectamente que Reutemann no olvida que hace un par de años lo jubiló junto a Obeid, y no cometería el error fatal de desafiarlo; mas bien debería orar para que Reutemann no se lo recuerde al tigrense: se le apagaría de inmediato la buena estrella que tiene en el firmamento “massista”.
Alguna vez escribimos que Carlos Reutemann despierta la más alucinadas y fantasiosas especulaciones que en general tienden a ser a la medida – ilusoria – de quienes las pronuncian; cuando en realidad sus movimientos políticos son tan sencillos que los entendería un niño de preescolar.
Compartió un día de campo con Massa y consintió que los seis senadores santafesinos (quizás la semana que viene anuncien la línea interna junto a los cinco restantes del FPV) que antes de estar conversando dos horas con Massa hace quince días pasaron por su despacho, solo y tan solo porque presiente que el kirchnerismo está acabado como expresión de futuro político, certeza que no le deviene porque – naturalmente debe hacerlo – hable con trascendentes gestores del futuro político del peronismo: simplemente lee los diarios y tiene el don, difuminado entre muchos políticos, del pragmatismo realista que identifica a cualquier gringo del campo.
Con esa certeza votó el 11 de agosto y con seguridad votará el 27 de octubre la sociedad.
¿Quí se podría beneficiar Miguel del Sel con esta jugada de Reutemann?. Improbable. Los votos con los que el ex Midachi pueda engrosar su cosecha de octubre ya los tiene desde antes de la reunión Reutemann-Massa por el sólo hecho de estar en la vereda opuesta del gobierno nacional.
Desde otro ángulo, el mismo razonamiento corre para quienes supongan que perjudicaría a Obeid. El “Turco”, para bien o para mal, correrá la misma suerte de su nave insignia: el FPV.
De todos modos al kirchnerismo seguramente no lo tomó por sorpresa el cónclave gastronómico campestre entre Reutemann, Massa, Felipe Solá y la Mesa de Enlace. Lo saben del mismo grupo sanguíneo que “las patronales” agropecuarias, y dispuesto a mostrarse con quien los apoye. Por su parte, Massa es lo suficientemente astuto como para pensar que el “Lole” le firmó un cheque; solo le firmó la factura y le deseó suerte. Si llega al 45 % quizás cobre.
El viernes la Federación de Industriales Santafesinos Fisfe celebró el Día de la Industria en Rosario con su tradicional cena que, como nunca fue el barómetro de lo que ocurre en el país. La apatía y “olor a fin de ciclo” político reinante en la atmósfera del magnífico Centro de Convenciones del Casino Citi Center solo era alterada por la algarabía de los premiados al mírito industrial y las nuevas generaciones de jóvenes empresarios que oportuna y estratígicamente promueven las entidades de base y la propia Fisfe. De hecho la delegación de la Unión Industrial de Santa Fe presidida por Alejandro Taborda desbordó de jóvenes industriales.
El Gobernador Bonfatti llegó, saludo, pronunció su discurso – que fue ponderado por el titular de la Fisfe Carlos Bertone- y de manera inusual en este tipo de acontecimientos se retiró porque tenía dos compromisos contraídos; la representación oficial quedó a cargo del Ministro de Trabajo Julio Genesini, porque el invitado Vice Gobernador Jorge Henn no asistió.
El presidente de la Fisfe Carlos Bertone mostró un tono discursivo narrativo de los logros institucionales con moderados reclamos nacionales y provinciales, dentro de un contexto armónico sin marcadas confrontaciones. Hasta el enviado por la Nación, el Secretario de Industrias Javier Rando fue mesurado en sus palabras evitando los confrontativos pases de facturas que suelen caracterizar a ciertos funcionarios nacionales.
Jorge Obeid saludó a muchos empresarios, se estrechó en un abrazo con Antonio Bonfatti cuando íste se retiraba, e hizo lo propio con Miguel del Sel que le prodigó gran efusividad cuando llegó avanzada la cena. Estaba tambiín Oscar Martínez junto al Presidente de su bloque de diputados provinciales Germán Khalow y pegaron el faltazo sus colegas Omar Perotti y Agustín Rossi. Tampoco estuvieron los “dueños de casa” Mónica Fein y Miguel Lifschitz.
Signos en el inicio oficial de la campaña proselitista para una elección con resultados supuestamente cantados, pero que curiosamente despiertan gran expectativa.
Fuente: otrosambitos.com.ar