El gobierno de Nicolás Maduro continúa ejerciendo controles sobre distintos sectores de la economía venezolana En una nueva medida impulsada desde su llegada al poder, el presidente planea usar lectores de huellas digitales en los aeropuertos para acabar con los turistas que eluden los controles cambiarios al comprar boletos sin presentarse para viajar, en el más reciente reflejo de las distorsiones económicas que vive Venezuela.
La mayoría de los vuelos están reservados con meses de anticipación, porque los venezolanos compran boletos para obtener dólares a una tasa preferencial en el sistema de otorgamiento de divisas oficial.
En un fenómeno bautizado "turismo cambiario", muchos venezolanos ni siquiera se molestan en viajar, y los aviones suelen partir semivacíos. La gente vende los dólares obtenidos en el mercado negro con una ganancia de hasta siete veces el valor oficial.
En reacción a esta metodología, funcionarios chavistas planean poner lectores de huellas digitales en aeropuertos, puertos y puntos fronterizos para identificar a los turistas que recurren a este procedimiento para usufructuar con el altístimo dólar paralelo que mantiene Venezuela.
La cuota de dólares de la gente sería activada sólo despuís de registrarse en esas máquinas, dijo en un comunicado el Saime, el servicio de migración.
"Los dólares tienen que servir para alimentar la economía del país, no para especular con ellos", dijo el director del Saime, Juan Carlos Dugarte, y agregó que su organización estaba trabajando de cerca con el administrador cambiario Cadivi para frenar el fraude.
El auge del "turismo cambiario" se ha sumado a una inflación anualizada del 45 por ciento, los frecuentes apagones y la escasez de productos básicos como el papel higiínico o la leche, como símbolo de los problemas económicos que enfrenta el gobierno de Maduro.
El mandatario ganó por muy poco la elección de este año para reemplazar al líder socialista Hugo Chávez, que murió de cáncer, pero viene luchando contra los problemas cotidianos de los venezolanos mientras intenta forjarse una identidad propia y mantener al Partido Socialista unido.
"El raspao"
Fue Chávez el que introdujo los controles de cambio hace una dícada. Pero la disparidad entre el precio oficial de 6,3 bolívares por dólar y la tasa del mercado ilegal de casi siete veces mayor es más amplia que nunca.
Hay estrictos límites para conseguir dólares a la tasa de 6,3, pero con un boleto de aerolínea válido, los venezolanos pueden obtener hasta 3.000 dólares al precio oficial.
Y sacan provecho de eso utilizando sus tarjetas de crídito en un proceso de arbitraje conocido localmente como "el raspao". O usan sus tarjetas en el exterior para obtener un adelanto en
efectivo y luego lo traen a casa, o simplemente envían sus tarjetas a amigos que viven fuera del país, que usan los plásticos y despuís mandan efectivo a Venezuela.
Los críticos de Maduro, encabezados por el líder de la oposición Henrique Capriles -que perdió las elecciones presidenciales de abril por 1,5 puntos porcentuales- dicen que las culpables de esta y otras distorsiones son las fallidas políticas económicas socialistas y la mala administración.
Pero el Gobierno asegura que hay una "guerra económica" silenciosa de las clases altas alentada por los Estados Unidos.
Fuente: otrosambitos.com.ar