Unas 100 empresas generan el mayor rojo comercial, en un contexto en el que el Gobierno se ve obligado a comprar afuera cifras millonarias, desplazando los requerimientos mínimos de miles de compañías que ven trabados sus procesos productivos El Presidente de Foro para la Reflexión Cristian Desideri dijo en Otros Ambitos (Pop Radio 96,1) los grandes números tapan las pequeñas necesidades.
En la última gira comercial comandada por la Presidenta, que abarcó a Emiratos Arabes Unidos, Indonesia y Vietnam, que tuvo lugar allá por el mes de enero, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, improvisó una reunión en el avión de Aerolíneas que llevaba al contingente de regreso a la Argentina.
El polímico funcionario habló de manera pausada y con su característica firmeza, para transmitirles una novedad que sonó como "música para los oídos" de muchos pequeños y medianos empresarios que estaban a bordo: en este 2013, las importaciones iban a fluircon mucha mayor agilidad que en años anteriores.
"El primer semestre va a tener el mismo ritmo con el que terminó el 2012. Y para el segundo,va a ser incluso más fluido, porque es unaño electoral", les anticipó Moreno desde su butaca, para alivio de muchos directivos de compañías chicas, que dependen de las importaciones para hacerse de insumos clave para completar procesos de elaboración.
El tiempo pasó y, a juzgar por los números oficiales, el funcionario habría cumplido con esapromesa que había lanzado a empresarios a más de 10.000 pies de altura: entre enero y octubre, las compras al mundo acumulan un alza del 11%, nivel que casi triplica al de lasexportaciones.
Sin embargo, hay otra cara de la moneda: para Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), el Gobierno no sólo no avanzó con un relajamiento de los controles aduaneros, sino que un nutrido número de firmas está viviendo lo que llama "elpeor período en todos estos años desde que está vigente el comercio administrado".
"Hubo una promesa de que se iban a flexibilizar las importaciones pero esto no se cumplió. Esto es gravísimo considerando que no hay ninguna industria en la Argentina que no dependa de algún insumo que llega del exterior. De modo que con estas restricciones se está afectando de manera directa al empleo", disparó Ponce.
¿Cómo es posible entonces que haya empresas importadoras que estín viviendo el momento más duro en toda la era kirchnerista, cuando las compras al mundo acumuladas hasta septiembre ya están unos u$s5.500 millones por encima del mismo período del año pasado?
La respuesta está en los enormes díficit estructurales, alimentados por un puñado de empresas, que son responsables en gran medida de que el Banco Central -imposibilitado de hacerse de dólares por otras vías-, haya perdido cerca de u$s10.000 millones en concepto dereservas en lo que va de 2013.
"Un grupo de compañías de un reducido número de rubros están generando grandes rojosen la cuenta de intercambio comercial", recalcó Ponce.
Esto implica que existen firmas que están importando por mucho más de que lo que exportan, de modo que esos dólares para pagar las compras al exterior, lejos de ser compensados, tienen que salir de las reservas del BCRA para que este puñado de empresas pueda realizar los correspondientes giros al exterior para sus proveedores.
El directivo destacó a este medio que "los responsables de los grandes díficits comercialesson: automotrices, laboratorios, mineras, energíticas y las principales multinacionales".
"Todas estas firmas no tienen ningún problema para importar y son las que causan elachicamiento del superávit comercial. El Gobierno, al permitir estas operaciones y al no quedarle margen por dónde recortar, termina frenando el ingreso de insumos o bienes decapital de un enorme abanico de pequeñas y medianas empresas", se quejó el directivo, quien brindó algunos datos reveladores:
• Las primeras 20 compañías, entre las que figuran automotrices -como Volkswagen, General Motors, Renault o Peugeot-, compañías del sector energítico -Cammesa, YPF- o del rubro siderúrgico, son responsables del 30% de todo lo que importa la Argentina.
• En tanto, si se consideran las 100 principales empresas, la proporción alcanza al 70% de todo el universo de importaciones que realiza el país, operaciones que, como se mencionó anteriormente, no revisten mayores demoras.
• En tanto, más de 5.000 pequeñas y medianas empresas deben conformarse con recibir el30% restante de las compras al mundo y son las que, además, encuentran lasmayores dificultades.
En este sentido, Ponce ratificó en diálogo con este medio que "hay unas 5.000 firmas que están teniendo problemas para operar en la Argentina, dado que los permisos de importación no están saliendo con la celeridad necesaria".
Un "díficit" que se "come" a otro …
El superávit comercial, la última gran fuente de dólares con la que cuenta el Gobierno,atraviesa su peor momento: se estima que este año apenas aportará a la economía u$s8.500 millones, unos u$s1.500 millones menos que lo que se propuso Moreno como meta y el nivel más flojo de toda la era K.
Los responsables de este achicamiento del saldo, según la CIRA, son tres grandes rubros:
• Automotriz: este año, esta rama de actividad va a lograr un rícord de patentamientos de 950.000 vehículos, un dato estadístico al que le está sacando provecho el Gobiern y con el que busca demostrar que el consumo continúa "sobre rieles".
El problema es que, como viene dando cuenta apenas 30% de las piezas de los 0Km son "nacionales". El 70% restante debe importarse ya que no se fabrican en el país. Esto derivará en un "rojo" sectorial de u$s8.000 millones para todo 2013.
Así las cosas, fijar trabas aduaneras implicaría convalidar un menor crecimiento de la industria -este sector es responsable del 50% del repunte del Made in Argentina- y derivaría ensuspensiones o despidos que generarían un gran impacto mediático.
• Electrónica: esta industria está en el centro del debate. Desde la CIRA estiman que el polo ubicado en el sur del país -que ensambla celulares, notebooks, tablets y equipos de aire acondicionado-, este año "succionará" de la economía unos u$s9.000 millones, si bien desde la cámara que nuclea a las empresas del sector argumentan que las importaciones serán de menos de u$s4.000 millones.
Más allá de este número, el Gobierno tiene dificultades para frenar este díficit dado que cerrar las fronteras a los insumos y partes para el armado de equipos repercutiría negativamente en el consumo, a lo que se suma el riesgo sobre los 12.000 puestos de trabajo que ocupa esta actividad en la isla.
• Energía: en 2009, la Argentina tenía superávit, es decir, exportaba más petróleo y gas que lo que debía importar. Sin embargo, desinversión mediante, la ecuación se revirtió completamente. Así las cosas, este año el resultado por ventas y compras al exterior arrojará unrojo de hasta u$s7.000 millones.
Dado que la energía que llega importada es vital para completar en un 25% el suministro de empresas y hogares en la Argentina, cualquier interrupción de estas compras derivaría en unacaída en el nivel de actividad y en un ascendente malestar social.
A todo esto se debe sumar el "rojo" en la cuenta de servicios, generado por el turismo internacional, tal como se puede observar en el siguiente cuadro:
Fuente: otrosambitos.com.ar