El magnate de las comunicaciones y ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi deberá expiar su humillante condena por fraude fiscal haciendo trabajos sociales Al tírmino de una audiencia de casi dos horas en el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria, el vicefiscal Antonio Lamanna aprobó el pedido de los abogados del magnate para que le concedan cumplir la condena mediante labores sociales útiles para la comunidad.
El multimillonario, de 77 años, líder indiscutible desde hace dos dícadas de la derecha italiana y tres veces primer ministro, no ingresará a la cárcel debido a la edad.
Condenado en agosto del año pasado en forma definitiva por fraude fiscal a cuatro años de cárcel, reducidos a uno gracias a una amnistía, "Il Cavaliere", título honorífico que perdió, propuso pagar su condena en una residencia para ancianos discapacitados.
La autorización definitiva deberá ser pronunciada por el presidente del tribunal milanís, quien tiene entre cinco y quince días de tiempo para evaluarla.
El vocero de Forza Italia, Renato Brunetta, protestó por el trato dado a "uno de los dirigentes italianos más importantes de la postguerra" y llegó a compararlo con Aung San Suu Kyi, ícono de la democracia en Birmania, quien pasó veinte años detenida en su residencia.
Berlusconi, que desea seguir su actividad política y no se considera un peligroso delincuente, espera cumplir un castigo leve. No se sabe aún las condiciones que los jueces exigirán al ex primer ministro.
Berlusconi, en efecto, aspira a presentarse sólo una o dos veces al mes a un centro para ancianos discapacitados, situado a pocos kilómetros de distancia de su residencia de Arcore, según indicaron sus abogados.
Según el diario La Stampa, el magnate sería el mecenas del centro, que propone construir en terrenos de su enorme mansión a las afueras de Milán.
"Eso le daría estímulos", sostienen sus allegados, que según la prensa están preocupados por la humillación que significa para uno de los hombres más ricos de Europa que lo vayan a someter a los cuestionarios de asistentes sociales, como obliga la ley.
"Realizará un trabajo a favor de la comunidad"
"Realizará un trabajo a favor de la comunidad", escribió la prensa, como una forma de recuperar su devastada imagen.
Los condenados a labores de interís general deben permanecer en la propia casa desde las 23 hasta la 6 horas, lo que genera ya todo tipo de bromas y caricaturas alusivas a sus noches tórridas al ritmo de "bunga bunga".
Berlusconi, que deseaba ser candidato en las elecciones al Parlamento Europeo de mayo, fue inhabilitado tras la condena; el recurso presentado ante el tribunal de los derechos humanos de Europa fue rechazado.
El partido de Berlusconi está en caída, según sondeos
Su partido, Forza Italia (FI), pierde puntos según las encuestas y su nombre no puede figurar como candidato en las listas.
Según los datos divulgados por la prensa, el Partido Democrático (PD, izquierda), liderado por el primer ministro, Matteo Renzi, ocupa el primer renglón pasando de 31,2 a 33,9 por ciento .
FI en algunos casos pierde hasta 10 puntos y se ubica en el tercer renglón, superado por el movimiento antisistema del cómico Beppe Grillo. Para revitalizar un partido afectado por los reveses judiciales de su dueño y señor, Berlusconi deberá lanzar una campaña agresiva, empleando como siempre todos sus canales de televisión.
Pero es posible que los jueces le impongan severas restricciones, incompatibles con sus ambiciones políticas.
Al magnate, que se acompaña ahora de una fiel novia de 29 años, podrían esperarle horas aún más amargas.
El juicio por el caso Ruby, por el que fue condenado en junio de 2013 en primera instancia a siete años de cárcel por abuso de poder y prostitución de menor, concluirá este año.
Si el empresario es condenado y suma dos sentencias definitivas a penas de cárcel, la amnistía de tres años de la que se benefició por el caso Mediaset le será retirada.
Las dos penas a la prisión se acumulan automáticamente, por lo que no podría optar por realizar labores sociales y sería obligado a cumplir la condena en detención domiciliaria, otra humillación.
Fuente: otrosambitos.com.ar