Dicen que para ganar en Augusta se necesita experiencia y eso fue lo que hizo prevalecer Bubba Watson en la ronda final del Masters, quien se colocó la Chaqueta Verde por segunda vez, tras relegar a los debutantes Jordan Spieth (72) y Jonas Blixt (71) quienes compartieron el segundo lugar. Watson hizo 69 golpes para totalizar 280 (8 bajo par) y superar por tres a sus más inmediatos perseguidores que sumaron 283 impactos (-5).
Si bien doce jugadores entraron a la ronda final separados por cuatro golpes, el torneo careció de emoción porque rápidamente Watson y Spieth empezaron a librar una pelea mano a mano que el resto de los pretendientes al título no pudieron sumarse. Spieth estaba al frente por dos golpes al Tee del hoyo 8, pero terminó el 9 dos golpes detrás de Watson. En el 12 envió su pelota al agua para terminar de sellar su suerte. Watson, quien lideró el torneo desde la segunda ronda y abrió la puerta en la tercera para que varios jugadores llegaran con chances a la ronda final, puso un cerrojo definitivo en los hoyos finales para llegar con tres golpes de ventaja al Tee del 18 y ganar con comodidad un torneo que en los papeles prometía ser más ajustado y emotivo.
Watson, ganador en 2012, llegó a Augusta precedido de un triunfo y otros cinco Top Ten sobre ocho torneos jugados esta temporada en el PGA Tour, que lo ubicaban en el quinto lugar de la FedEx Cup y el doce del Ranking Mundial. Su triunfo fue la lógica consecuencia del gran momento que viene atravesando. Spieth, quien pudo convertirse con 20 años en el jugador más joven de la historia en ganar Augusta, debió conformarse con ser escolta junto al sueco Jonas Blixt, quien no pudo darle a su país por primera vez un triunfo en un certamen de Grand Slam.
Otro veterano con 50 años cumplidos, el español Miguel Ángel Jimínez (71) ocupó solo el cuarto lugar con 284 golpes (-4), mientras que Rickie Fowler (73) y Matt Kuchar (74) fueron quintos con 286 (2 bajo el par)
Bernhard Langer, figura del Champions Tour, y Rory McIlroy, que pasó el corte con lo justo, alcanzaron a igualar, entre otros, el octavo lugar del torneo. Solo siete jugadores terminaron por debajo del par de una cancha, que fue mucho más exigente que otros años y que coronó merecidamente a quien menos la padeció de todos los que jugaron: Bubba Watson.
Fuente: otrosambitos.com.ar