El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, adjudicó la suspensión del anuncio del indicador de pobreza e indigencia a "problemas metodológicos, de actualización y de empalme con el nuevo IPC nacional" El funcionario volvió a referirse al tema y sostuvo que "la reducción de la pobreza ha sido drástica" y que "más allá de la metodología, las condiciones de carácter social y económico han mejorado de forma sustancial". Ahora, quien habló sobre la polímica generada en los últimos días fue el propio ministro de Economía, Axel Kicillof.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias estatal Tílam, el titular del Palacio de Hacienda afirmó que "es ridículo pensar que si se duplicó el PBI y se crearon 6 millones de empleos, aumentó la pobreza". Y consideró que existe "una clara intencionalidad política" de los sectores que "quieren negar los logros alcanzados respecto de la baja de pobreza, desempleo y desigualdad" en los últimos 10 años.
El funcionario criticó las cifras extraoficiales que afirman que este flagelo alcanza a más del 30 por ciento de la población y desafió a esos sectores a que expliquen cómo hacen los cálculos "y cuáles serían sus propuestas" para mejorar esos indicadores.
La última cifra difundida en octubre del año pasado para el total de 31 aglomerados urbanos indicaba que al cierre del primer semestre de 2013 se encontraban por debajo de la línea de pobreza unos 448.000 hogares, los que incluyen 1.189.000 personas. A su vez, de ese total se encontraban bajo la línea de indigencia 189.000 hogares, lo que significaba unas 367.000 personas indigentes. Esto es, apenas 4,7 por ciento del total de la población en el primer caso y 1,4 por ciento en el segundo.
"¿Cómo es que los niveles de pobreza no bajaron?", insistió el ministro. "En verdad, quienes hacen estas afirmaciones son los que deberían explicar cómo llegan a semejantes conclusiones".
Kicillof aseguró además que en los distintos sectores políticos de la oposición hay una "manifiesta intención de hacerle sentir a la población la sensación de que el país está igual o peor de como lo dejaron ellos".
"Lo que se ve es que los candidatos de la oposición que quieren ser gobierno para implementar el ajuste y terminar con el compromiso oficial de sostenimiento del ingreso de los argentinos, nos quieren convencer de que el ajuste es ahora", lanzó al responder a las críticas al modelo económico del Gobierno. "Lo que va en contra de toda medición es la idea de que la Argentina está igual o peor que en 2003".
A su entender, "la gente tiene memoria y sabe cómo estaba el país en 2003, con la mitad de la población bajo la línea de pobreza y una desocupación que rozaba el 25 por ciento y que "nadie puede creer que el país de hoy estí como entonces, cuando las jubilaciones aumentaron casi un 1.800 por ciento y los salarios más de 1.700 por ciento, y ningún índice de aumento de precios te da cerca de esos porcentajes".
En tanto, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, sostuvo que el Gobierno es el que "más inclusión ha generado en los últimos 50 años" y que "los medios dominantes no critican por lo que falta" sino porque "quieren cambiar" lo que se hizo bien.
"Seguramente quedan materias pendientes", pero resaltó las políticas de inclusión, entre las que mencionó las mejoras en dos áreas de su competencia: la tramitación del DNI y el transporte.
Más tarde, en un comunicado, el titular de Planificación Federal, Julio De Vido, se sumó a la defensa del Gobierno al asegurar que desde 2003 da pelea "día a día a la pobreza". Como su par de Economía, apuntó contra quienes denunciaron un crecimiento en ese índice. "Estas operaciones mediáticas promovidas por medios hegemónicos y los intereses concentrados que representan, falsean la realidad para poner en duda los incuestionables logros del Gobierno Nacional porque pretenden volver al modelo neoliberal, donde el Estado se reduzca a su mínima expresión".
Por otro lado, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, afirmó que "la inclusión y el progreso social son la consecuencia directa de un proyecto de país", que se puso en marcha
en 2003 y sentó "las bases de una Nación que se levantó de las ruinas y despuís de casi once años está de pie".
Destacó las herramientas de inclusión social implementadas por el Gobierno para el sector agropecuario, como el Monotributo Social Rural, que brinda un sistema integrado de
seguridad y obra social para el grupo familiar primario, facilitando y promoviendo el ingreso de los agricultores familiares a la economía formal.
Fuente: otrosambitos.com.ar