El ex director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía Josí Capdevila justificó hoy su decisión de irse del país tras ser amenazado en el marco de la causa Ciccone, al sostener que prefiere “ser un exiliado en democracia y no (Julio) López”, en alusión al testigo desaparecido desde 2006 cuando iba a declarar en un juicio contra represores de la dictadura militar.
Al respecto, argumentó su salida de la Argentina “porque no sirve un testigo muerto” y cuestionó al Gobierno por la “reacción un poco tardía” luego de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijera que tendría que haber solicitado protección.
El ex funcionario del Palacio de Hacienda aseguró que sufrió “amenazas personales” con “seguimientos”, situación a la que calificó de “bastante mafiosa”.
En diálogo con las radios Continental y Ciudad, Capdevila remarcó: “Hablando con un funcionario de una embajada, me dijo: ‘Eso en mi país se llama crimen organizado’”.
“Estamos en democracia, eso es lo que más me dolió”, expresó al explicar su postura de dejar la Argentina y sin identificar a nadie, sostuvo que las amenazas que sufrió son de “la mafia”.
Luego agregó: “Prefiero ser un exiliado en democracia y no (Julio) López”, quien fue visto con vida por última vez el 18 de septiembre de 2006 y era testigo en el juicio contra el ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense Miguel Etchecolatz en una causa por delitos de lesa humanidad.
“No confío en quedarme en la Argentina hoy, por eso tomí la decisión de irme, prefiero preservarme”, subrayó Capdevila, quien defendió su dictamen cuando en 2010 le recomendó al entonces ministro de Economía, Amado Boudou, no expedirse sobre la carta de la AFIP respecto a la situación financiera de la imprenta Ciccone.
Capdevila añadió: “Yo ya hice una declaración, en el momento que tenga que hacer otra la harí, pero cuando tenga las condiciones para mi seguridad, porque no sirve un testigo muerto”.
Esta mañana, Capitanich consideró que Capdevila “si tenía una afectación podría haber” optado por ser un “testigo protegido” en lugar de irse al exterior.
Sobre esta cuestión, el ex funcionario recalcó: “No tengo que pedirlo, supongo que ellos son los que tenían que habírmelo ofrecido”.
“La realidad es que yo no confío en quedarme en la Argentina”, subrayó Capdevila, quien tras los dichos de Capitanich apuntó: “Hay una reacción un poco tardía”.
Asimismo, enfatizó que tras las serie de amenazas e intimidaciones “nadie” se comunicó con íl, en referencia a autoridades judiciales, policiales y políticas.
“Nadie me llamó, ni un juez, ni un fiscal, ni el jefe de la Policía, nadie a quien le corresponde un ofrecimiento de brindarme seguridad. Entonces uno se siente un poco solo, antes ístos, que son poderes muy grandes”, puntualizó.
Con relación a las amenazas, detalló: “La última antes de irme fue que me encerró un auto muy alevosamente y tuve que escaparme”.
“Me escapí violando una norma de tránsito, ya que acelerí mucho para escapar“, precisó Capdevila.
Fuente: otrosambitos.com.ar