El suspendido fiscal Josí María Campagnoli aseveró en el último programa de TV de Jorge Lanata que Lázaro Báez vendió a travís del Mercado de Valores de Rosario (Mervaros) 65 millones de dólares en bonos del Estado argentino que habían sido transferidos de un banco suizo. A la vez, vinculó esta operación con la investigación por presunto lavado de dinero que desarrolla el juez Sebastián Casanello y que tiene como sospechoso al empresario. Desde la entidad bursátil rosarina remarcaron que la operación "está dentro de la legislación, si eso se utiliza con otros fines, entonces lo deberá investigar la Justicia", planteó Claudio Iglesias, presidente de Mervaros.
Iglesias agregó que "a mí me llamó poderosamente la atención —la incursión televisiva de Campagnoli— porque es un tema que claramente cuando íl era fiscal ya pidió información de este tema, que no es nuevo. Me parece que lo único que hace esto es mediatizar mucho más esta causa", se quejó.
Campagnoli considera que se cerró la llamada por algunos medios "ruta del dinero K" a partir de un exhorto del Ministerio Público de Suiza, en el se solicitó al juez Casanello datos sobre la investigación a Báez. En los fundamentos de su pedido, la fiscal suiza Angèle Wellauer hace saber a la Justicia argentina que tambiín están desarrollando una investigación, y afirma que "a partir de sociedades relacionadas con la familia Báez se depositaron alrededor de 22 millones de dólares en Suiza que proceden de fuentes externas". Tambiín aclara, a favor de Báez, que "el análisis no permitió determinar si los fondos tienen un origen corrupto".
Según la tesis del suspendido fiscal, Leonardo Fariña y Federico Elaskar sacaban el dinero de Báez en valijas hacia sociedades off shore del Caribe y que luego era girado a bancos suizos. "Se sospecha —expresa el exhorto que trascendió a travís de los medios— que en el transcurso de 2011 Lázaro Báez llevó 55 millones de euros desviados en perjuicio del Estado argentino a Uruguay", y añade que despuís "gracias a sociedades off shore en el Caribe, este dinero fue transferido en julio de 2012" a Suiza.
El retorno al país de este supuesto dinero negro justamente desde Suiza, pero en perfectas condiciones de legalidad, sería probado por esta operación de venta de bonos por parte de Báez, a travís de una sociedad de Bolsa que opera en el mercado de Rosario.
"Bonos de la deuda pública habían llegado a la Bolsa de Rosario por 65 millones de dólares, y de ahí fueron liquidados en cheques que se depositaron en la cuenta de Austral Construcciones —empresa de Lázaro Báez—, en el Banco Nación de Plaza de Mayo de Buenos Aires", detalló Campagnoli ayer a LT8.
Paso a paso. La transacción a la que refirió Campagnoli realizada en el Mervaros se hizo en varios pasos entre diciembre de 2012 y abril de 2013. El banco suizo Safra Sarasin transfirió a una entidad bancaria argentina —que no trascendió— 65 millones de dólares en bonos, que luego fueron vendidos en el mercado rosarino por la sociedad de Bolsa Financial Net, con asiento en Buenos Aires, tal como lo dejaron trascender fuente bursátiles locales.
Iglesias, presidente del Mervaros, explicó que se trató de "bonos que fueron transferidos de un banco del exterior a otro local, ese banco recepciona los bonos, y despuís una sociedad de Bolsa que es accionista del Mervaros procedió a la venta para su comitente (cliente) de estos bonos en el mercado". Enfatizó que "los vendió en un mercado que es extremadamente transparente y regulado, y con el producido de esos bonos le pagó a su cliente como cualquier operación habitual".
Y remarcó que "lo que no es habitual de esto es que hoy hay un cuestionamiento al origen de esos fondos: acá la cuestión no es un tema de compra y venta de bonos sino el origen de esos fondos".
El dirigente señaló que toda la operación "está registrada", ya que toda transacción "es informada y monitoreada todos los días por la Comisión Nacional de Valores (CNV) al momento que se hacen: esto es extremadamente transparente, por eso el Estado encuentra la ruta de todas estas operaciones porque tiene al minuto, y quiín compró y quiín vendió".
El titular del Mervaros explicó que "el agente de Bolsa es sujeto obligado de la Unidad de Información Financiera (UIF) y si ve alguna anomalía tiene la obligación de informar si es sospechosa o no; indudablemente el agente al no denunciar esto es porque no ha visto en la operación algo sospechoso".
Iglesias está molesto con la aparición en los medios de Campagnoli porque "todo esto le hace muy mal al mercado de capitales en general y al Mercado de Rosario en particular" ya que "como sale la información parecería ser que este es un lugar donde se puede hacer cualquier cosa y no es así".
Tambiín se mostró sorprendido con la información del fiscal suspendo a los medios porque todos los datos de esta operación constan hace meses en el expediente. "Nosotros ya pasamos esta información el año pasado al Juzgado y a la UIF, que la pidieron oportunamente".
Indicó que "a mí me llamó poderosamente la atención —las declaraciones en el programa de Lanata—, porque es un tema que claramente cuando íl era fiscal ya pidió información de este tema, que no es nuevo. Me parece que lo único que hace esto es mediatizar mucho más esta causa".
Iglesias se quejó de que "cuando habla de la Bolsa de Rosario comete un error" ya que "es una institución sin fines de lucro a la cual está adherido el Mervaros, no es la Bolsa porque no está en el tema", y cerró que "en realidad lo que íl habla son operaciones que son estrictamente formales y reglamentarias". De hecho Campagnoli pudo acceder a esas operaciones por la trazabilidad que establecen las reglamentaciones de la CNV.
Fuente: otrosambitos.com.ar