El celular es uno de los más maltratados integrantes del gran cosmos tecnológico. Generalmente en los bolsillos de los usuarios, deben lidiar con la suciedad, la humedad, el calor, el maquillaje en el caso de las mujeres, e incluso con la presencia de objetos que pueden dañar su delicadeza. A estos factores se suma la presencia de gírmenes, máxime en equipos táctiles. Un estudio realizado en el Reino Unido indica que una bacteria puede vivir en un smartphone durante una semana completa y que en estos equipos suelen hallarse más gírmenes que en la suela de un zapato, ¡e incluso un baño público!
A continuación presentamos tres consejos prácticos para limpiar tu celular eficientemente y en forma correcta. ¡A tomar nota!
1. Es bueno siempre utilizar un paño de microfibra, semejante al que se utiliza para limpiar los cristales de las gafas. Si bien se consiguen en tiendas de informática, tambiín es posible conseguirlos en ópticas, ferreterías y casas especializadas en fotografía. Otro tipo de paños, si bien pueden alejar el polvillo de los equipos, es posible que provoquen ralladuras en las carcasas y en las pantallas. En vista de ello, se aconseja limpiar con suavidad y quitar la batería del equipo.
2. En algunos casos quizás sea necesario utilizar un medio líquido para que la suciedad desaparezca. En estas situaciones se aconseja quitar la batería del equipo antes de emprender la tarea. La solución indicada es el agua destilada, la cual tambiín puede ser mezclada al 50 por ciento con vinagre blanco, un efectivo desengrasante. En este caso tambiín es aconsejable utilizar el paño de microfibra, ¡nunca rociar o mojar el telífono en forma directa!
3. Para una limpieza más profunda, sobre todo en aquellos celulares que cuentan con pequeños espacios entre las teclas (los BlackBerry son un paradigma elocuente), resulta de veras útil la utilización de un pincel o de un cepillo de dientes en desuso, capaces de quitar los restos de polvillo o comida que se hayan introducido dentro de la carcasa.
Consejo extra: No hay que olvidar repasar cada uno de los rincones del equipo. Es importante limpiar los conectores, el espacio entre la carcasa y la batería, y sobre todo las zonas del audífono y el micrófono, más propensas a la generación de bacterias.
Fuente: otrosambitos.com.ar