Brasil se blinda para garantizar la seguridad durante el Mundial

Barcos de guerra custodiando las costas de Río de Janeiro, ataques terroristas simulados en el corazón de Brasilia, soldados y policías fuertemente armados patrullando cada una de las 12 ciudades mundialistas. No es una guerra, sino Brasil, un país blindado para garantizar la seguridad durante el Mundial que comienza mañana. Brasil vive desde hace varios meses violentas protestas sociales, y el gobierno de Dilma Rousseff teme que puedan agravarse durante el desarrollo del torneo internacional. Las autoridades han advertido que no tolerarán actos de violencia en las manifestaciones ya convocadas para la Copa.

Cerca de 170.000 efectivos, entre ellos unos 57.000 soldados de las Fuerzas Armadas, 100.000 agentes de los diferentes cuerpos de policía y 15.000 guardias de seguridad privados se encuentran ya instalados en puntos estratígicos de las sedes mundialistas, en el marco del mayor operativo de seguridad de la historia de los mundiales de fútbol. La inversión en el dispositivo de seguridad alcanza los 2.000 millones de reales (unos 870 millones de dólares). "Brasil está preparado para hacer frente a cualquier problema que pueda ocurrir en la Copa", afirmó ayer el general del Ejírcito Josí Carlos de Nardi.

Vigilancia de la costa. En Río, sede de la final del certamen el 13 julio, pueden verse soldados armados con fusiles custodiando las aceras centrales de la tradicional avenida Atlántica, que corre paralela a las paradisíacas playas cariocas. Tambiín cortan el horizonte, mar adentro, embarcaciones de guerra que vigilan las costas de la ciudad, que espera recibir más de medio millón de visitantes durante el torneo. Tanto en Río como en las demás ciudades sede los efectivos custodian además los aeropuertos, los hoteles en los que se hospedan delegaciones, autoridades extranjeras e invitados de la FIFA y los centros de entrenamiento en los que concentran las selecciones.

En el Estado de San Pablo, golpeado por fuertes protestas, serán unos 4.000 efectivos del ejírcito y casi 90.000 de la policía militarizada los que se encargarán de la seguridad en las 12 ciudades paulistas que recibirán a 15 selecciones extranjeras. En la capital provincial, San Pablo, la seguridad será especialmente redoblada mañana, cuando tendrá lugar en el estadio Arena Corinthians la ceremonia y el partido inaugural del certamen entre Brasil y Croacia. Ese día, soldados permanecerán de guardia en los cuarteles y en los puntos por los que pasarán las selecciones y las autoridades extranjeras que asistirán a la apertura.

Además, efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad —policía nacional que actúa en situaciones de crisis— escoltarán a los aficionados VIPs con motocicletas y helicópteros.

Juegos de guerra. En la capital federal, Brasilia, unos 3.900 efectivos de las fuerzas armadas, apoyados por 204 caballos y 350 vehículos, permanecen concentrados desde el domingo en la ciudad, donde se quedarán hasta un día despuís de terminado el Mundial.

Entre los ejercicios de preparación en Brasilia el lunes se realizó en el estadio nacional Maní Garrincha un simulacro de ataque terrorista con armas químicas, biológicas, radioactivas y nucleares en el que participaron soldados, bomberos, mídicos y agentes de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEN). El capitán del ejírcito Andrí Bifano aseguró que la estructura montada para atender ese tipo de situaciones está preparada para socorrer a hasta 30 personas dentro del estadio, aunque aclaró que se trata de un ejercicio meramente preventivo.

A nivel nacional, el megaoperativo estará reforzado por el Centro de Cooperación Policial Internacional (CCPI), integrado por 220 policías de los 32 países que disputan el certamen, agentes de otros cinco países invitados y tres organismos internacionales (ONU, Interpol y Ameripol). "Estamos seguros y firmes en que tendremos un evento con mucha paz y tranquilidad", concluyó el jefe de la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos del Ministerio de Justicia, Andrei Rodrigues.

Desactivan protestas. Mientras tanto, los trabajadores del metro paulista resolvieron ayer suspender la huelga que en los últimos cinco días ocasionó el caos en la metrópolis, pero amenazaron con la posibilidad de reanudar la paralización mañana, cuando comienza el Mundial. La resolución fue adoptada en una asamblea realizada al tírmino de una reunión que los sindicalistas mantuvieron con representantes del gobierno provincial para discutir una recomposición salarial. Los huelguistas llegaron a la mesa de negociación dispuestos a aceptar el aumento del 8,7 por ciento propuesto por la patronal, con lo cual desistían de su intención de recibir un 12,2 por ciento de incremento. No obstante, pusieron como condición que el gobierno suspenda el despido de 43 trabajadores que fue resuelto ayer a instancias de una resolución judicial que declaró "abusiva" la huelga.

Como el gobierno provincial no aceptó esa condición, los trabajadores decidieron suspender la huelga hasta mañana, cuando volverán a debatir la posibilidad de volver a parar la ciudad cuando Brasil y Croacia jugarán el primer partido del Mundial, en el estadio Arena Corinthians. Una eventual huelga ese día afectará a millares de aficionados que dependen de ese medio de transporte para llegar al estadio. Ante esa posibilidad, el secretario de Transportes Metropolitanos, Jurandir Fernandes, admitió que el gobierno paulista analiza la implementación de medidas paliativas.

Los sin techos. Tambiín el Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) anunció ayer una tregua en las protestas que habían prometido realizar durante el Mundial. El grupo anunció la tregua despuís de que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y el alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, confirmaran su compromiso de atender las demandas del grupo, que reivindica viviendas populares para sus integrantes. El MTST ocupa desde hace un mes un terreno baldío cerca del estadio Arena Corinthians.

Dilma lidera la intención de voto

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, mantuvo el liderazgo en la intención de voto para las elecciones de octubre y su rival más cercano, Aício Neves, del partido PSDB, está a más de 15 puntos porcentuales, de acuerdo a la encuesta de Ibope divulgada ayer. Rousseff obtuvo un 38% de las preferencias, mientras que Neves contó con un 22%. En tercer lugar está Eduardo Campos del PSB con un 13% de apoyo.

Fuente: otrosambitos.com.ar