Más de 200 familiares y allegados a víctimas de siniestros viales ocurridos sobre el puente Rosario-Victoria realizaron ayer un acto en la cabecera del viaducto y pintaron 40 estrellas amarillas en homenaje a los fallecidos en accidentes sobre esta traza. La actividad, organizada por la agrupación Puente Estrella, congregó a delegaciones de Rosario, Victoria y Paraná, integrantes de la ONG Compromiso Vial —que colaboró con la campaña— y funcionarios entrerrianos y santafesinos.
El encuentro, cargado de emotividad, sirvió para formular reclamos al Estado en cuanto a la situación de la ruta, las condiciones de seguridad de la traza, la asistencia de las víctimas y de sus familiares.
Uno de los pedidos más firmes es la necesidad de una doble vía para la ruta, que de por sí es muy angosta y cuyas banquinas son estrechas e inseguras. Además se denunció que de los 850 siniestros sobre este viaducto, el 80 por ciento fueron choques frontales.
Cifras. Además, los registros oficiales sólo dan cuenta de 28 muertes, siendo que son más de 40 y esto se explicaría porque sólo se anotan las muertes instantáneas y no se tienen en cuenta las que se dan luego, en centros de salud.
Tambiín se planteó que los accidentados en siniestros cercanos a Victoria son trasladados al hospital Fermín Salaberry de esta ciudad, el cual carece de terapia intensiva. Y cuando se presenta un paciente que requiere este tipo de cuidados, por cuestiones protocolares es derivado a Paraná, a 120 kilómetros de distancia, siendo que Rosario queda a sólo 59 y cuenta con más servicios de alta complejidad.
Por otra parte, "no hay un organismo que contenga a los familiares de las víctimas de siniestros viales. Cuando perdís a alguien en estas circunstancias, disparás para cualquier lado y hacís lo que te sale. Por eso este acto fue como un abrazo enorme entre todos los que nos tocó pasar por esto", comentó a La Capital Sabrina Barrientos, referente de la campaña en Victoria y quien el año pasado perdió a su padre Fernando, un peluquero muy conocido en la ciudad por su carisma y su pasión por los encuentros de motoqueros. "Este es un homenaje que a íl le hubiera gustado", opinó su hija.
Barrientos falleció en un choque frontal contra un camión cuando iba a bordo de su moto junto a su otro hijo Nicolás, de 25 años, a quien le debieron amputar una pierna.
"Con el corazón en la boca". A un año de la tragedia "Nico debe continuar pasando por el puente todos los días para rehabilitarse. El en sí es un ejemplo de que la vida continúa, pero de todas maneras no dejamos de tener siempre el corazón en la boca porque todos los días cuando viaja es testigo de alguna imprudencia al volante. Es por eso que esperamos que los conductores, cuando salgan a la ruta y vean tantas estrellas tengan más precaución y de esta manera no haya que pintar más", concluyó Sabrina.
Fuente: otrosambitos.com.ar