El Parlamento israelí eligió ayer en una segunda votación al conservador Reuven Rivlin como el dícimo presidente de Israel para un mandato de siete años, cargo en el que sucederá a Shimon Peres a finales de julio. Rivlin, de 74 años y candidato del partido gobernante Likud, se impuso con 63 votos a Meir Shitrit, de 65 años y presentado por el partido centrista Hatnua, que obtuvo 53 apoyos de los 116 votos válidos depositados de los 120 diputados de la Knesset. Tras la votación, ambos se abrazaron. El nuevo mandatario anunció su intención de ser presidente de todos los grupos del país. "De los judíos, árabes, drusos, religiosos y no religiosos", prometió el abogado de profesión. Visiblemente emocionado rezó por la paz y para ello se colocó una kipá blanca (con la que los judíos se tapan tradicionalmente la cabeza en las celebraciones) durante la ceremonia en el Parlamento que siguió a su elección.
Tras ser elegido presidente, tendrá que abandonar el partido Likud, al que denominó su patria política. "Ahora pertenezco a todos, pertenezco al pueblo", dijo Rivlin. Al contrario que Peres, Rivlin se opone a la solución de dos Estados en el conflicto con los palestinos, aunque aboga por la igualdad de derechos para los palestinos como ciudadanos de un futuro gran Estado israelí. La función de presidente es ante todo protocolaria en Israel, ya que el Poder Ejecutivo está en manos del jefe de gobierno. A pesar de ello, Shimon Peres, de 90 años, supo utilizar sus siete años de mandato para promover un mensaje a favor de la paz y en ocasiones rompió su neutralidad institucional, hasta el punto de ser visto como el único opositor de Netanyahu.
Al respecto Peres recomendó a su sucesor en un tono en broma, según medios locales, que ahora "considerara cada palabra" y se mostró convencido de que Rivlin será un "presidente digno". El mandatario electo, por su parte, dijo a Peres que será difícil seguir sus huellas, en referencia a su prestigio internacional.
Tensa relación. El premier israelí, Benjamin Netanyahu, saludó la elección y dijo esperar una estrecha cooperación con el presidente electo, aunque es un secreto a voces que la relación entre ambos es tensa. Por eso su fracción había tardado en dar un abierto apoyo a Rivlin. Su labor más importante, dijo, es ahora unir al pueblo y representar dignamente a Israel en el extranjero. Israel es "el país que más desafíos debe enfrentar en todo el mundo", dijo Netanyahu.
Tambiín el líder de la oposición, Izhak Herzog, del Partido Laborista, felicitó a Rivlin, del que dijo será "un extraordinario presidente". Antes, la derecha había saludado la elección. Israel tendrá ahora un "presidente patriota y de derecha", dijo el diputado Miri Regev, del Likud. "Tendremos un presidente que cree en el derecho del pueblo de Israel a su territorio y que no se avergüenza de decirlo abiertamente", añadió el ministro de Economía, Naftali Bennett, del partido de los colonos.
La carrera por la presidencia israelí fue considerada una de las más turbias de la historia política del país, despuís de que un sexto candidato, Benjamin Ben Eliezer, del partido Laborista, abandonara su postulación en el último momento por acusaciones de corrupción. Antes, Silvan Shalom, del Likud, ya había tenido que retirarse tambiín por acusaciones de acoso sexual por parte de una ex empleada.
Fuente: otrosambitos.com.ar