El gobernador Antonio Bonfatti invitó formalmente a las autoridades de Nueva Zelanda a visitar Santa Fe para avanzar en un acuerdo de cooperación mutua que incluya al Estado provincial y tambiín a los productores santafesinos, sobre todo los del sector lácteo. Un funcionario de ese organismo ya aceptó el convite y se comprometió a incluir esa visita en su próxima gira por Latinoamírica.
El mandatario santafesino y dos funcionarios de su gobierno visitaron la sede del Ministerio de Industrias Primarias en Wellington para conocer de primera mano cómo fue la transformación de la economía de Nueva Zelanda en los últimos cuarenta años hasta transformarse en un país agroexportador. Tambiín estuvieron en el Ministerio de Desarrollo Económico y en el de Ciencia e Innovación. En ambas oficinas se empaparon de la transformación de Nueva Zelanda y de los secretos de su modelo exportador.
Con cuatro millones y medio de habitantes y una superficie que apenas dobla a la de Santa Fe, Nueva Zelanda exporta el 85 por ciento de lo que produce y esas exportaciones le reportan unos 14 billones de dólares al año. Su cliente más grande es China, al que destina el 35 por ciento de sus ventas al extranjero.
Pero el dato más significativo es que todo lo que Nueva Zelanda le vende a los chinos y a otros mercados proviene del campo. El 37 por ciento de esas exportaciones son productos lácteos, y tambiín son significativas las ventas de carne vacuna y bovina. Tan importante es la agricultura y la ganadería en su economía que el 12 por ciento de su producto bruto interno proviene de ese sector.
Sin embargo, el exitoso modelo neocelandís, que estimula la producción agropecuaria y le agrega valor con un alto desarrollo tecnológico, está llegando a un techo. El límite se lo pone su territorio ya que el 75 por ciento es montañoso y además tiene muchas áreas de bosques y parques protegidos. "Ya no tenemos mucha tierra para hacer producir y eso le pone un límite a nuestro crecimiento", le confesó al gobernador santafesino Scott Gallacher, uno de los directores del Ministerio de Industrias Primarias.
Ese techo se verifica sobre todo en la industria láctea, la más fuerte en este país isleño. Nueva Zelanda tiene cerca de cinco millones de vacas lecheras, más que habitantes, y produce 19 billones de litros de leche al año. Exporta más del 95 por ciento de esa producción, sobre todo a China. Fonterra, la empresa láctea más grande del mundo, no sólo es la que maneja entre el 80 y el 90 por ciento del mercado sino que es además la que fija el precio internacional de la leche. Esta cooperativa de 10.600 miembros tiene un solo problema: ya no tiene de donde sacar más materia prima.
"Somos un país pequeño. Podemos alimentar a 35 o 40 millones de personas, pero en el futuro vamos a necesitar socios", le dijo Gallacher a Bonfatti en Wellington. Fue entonces cuando el gobernador lo invitó a visitar Santa Fe e hizo extensivo el convite a todo el gobierno de Nueva Zelanda. "Ahora que vinimos aquí entendemos mejor a este país, pero además sería muy bueno para nosotros que la voluntad de cooperación se traduzca en cuestiones concretas", respondió el mandatario santafesino. Está por verse si en una hipotítica visita de las autoridades neocelandesas esa voluntad se traduce en hechos.
La inflación de los neocelandeses
Nueva Zelanda tiene una inflación anual que varía entre el 1 y el 2 por ciento. En este país no hay negociaciones paritarias, pero el gobierno acaba de decretar para sus empleados un aumento salarial del 1 por ciento. Los agentes estatales expresaron su disconformidad porque, según su criterio, la suba propuesta no acompaña al aumento del costo de vida.
Fuente: otrosambitos.com.ar