La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ratificó que seguirá pagando la deuda al 92 por ciento de los acreedores argentinos que aceptaron los canjes de bonos de 2005 y 2010, y manifestó su esperanza de "honrar" los compromisos al 100 por ciento de los tenedores de títulos. Sin embargo, aclaró que no aceptará arreglar con los fondos buitres bajo "extorsión".
La jefa de Estado habló ayer por cadena nacional para referirse a la decisión de la Corte Suprema de Justicia estadounidense de rechazar la apelación argentina a dos fallos de primera instancia que favorecieron a los fondos buitres. El caso volvió así a manos del magistrado neoyorquino Thomas Griesa, quien la semana pasada había dado señales de reabrir una negociación entre la Argentina y los acreedores que no aceptaron la reestructuración de la deuda.
Cristina no dio definiciones concretas sobre el camino a seguir frente al nuevo escenario, en el que la letra fría del fallo obliga a pagar 1.500 millones de dólares a un grupo de fondos encabezado por el NML, de Paul Singer. Por un lado, instó a distinguir "una negociación de una extorsión". Por otro, advirtió que aceptar el pago cash de la deuda que reclaman los buitres podría disparar juicios por 15 mil millones de dólares de parte de acreedores que no entraron en los canjes pero tampoco iniciaron juicios.
Los mismos tenedores que entraron a los canjes, el 92 por ciento de la deuda defaulteada en 2001, podrían rebelarse si se diera este escenario, advirtió Cristina. "Quien encuentra un juez Griesa puede encontrar otro juez que le de la razón", chicaneó la presidenta.
Sin desnudar un plan detallado de acción, la jefa del Estado garantizó a la gran mayoría de los acreedores que pagará los compromisos. El 30 de junio debe realizarse un pago de 900 millones de dólares.
La presidenta lamentó que las sucesivas decisiones de la Justicia estadounidense fueron en contra de la Argentina, de los tenedores de bonos que aceptaron canjearlos y del sistema económico global. Tambiín se mostró decepcionada porque los jueces desoyeron los pedidos de los gobiernos más poderosos del planeta y los organismos internacionales para que evitaran tomar decisiones que pusieron en vilo las futuras reestructuraciones de deuda.
"El fallo no nos sorprende, no es un problema económico, jurídico, legal ni financiero; es la convalidación a nivel global de un esquema de negocios que, si se sigue profundizando, va a causar tragedias inimaginables".
La presidenta historió el proceso de endeudamiento desde la última dictadura militar, cuyo crecimiento se convirtió en "el cepo más formidable de la economía argentina".
Los próximos vencimientos
A fin de junio, el gobierno deberá depositar en el banco New York Mellon, agente fiduciario del Estado argentino, unos 228 millones de dólares emitidos bajo ley estadounidense para atender el pago a los bonistas que entraron al canje, cifra que quedaría sujeta a embargos. Esa suma, junto a pagos a relanzar en Buenos Aires y otras plazas, eleva el pago de ese cupón a más de u$s 750 millones. Otros pagos llevan el compromiso a u$s 900 millones.
Fuente: otrosambitos.com.ar