El viernes 18 de julio, a las 18, quedarán habilitadas las obras de remodelación del subsuelo del Museo de la Memoria. El nuevo espacio será destinado a exposiciones, muestras temporarias y dictado de talleres, entre otras actividades.
El subsuelo contará, además, con oficinas para el Servicio de Orientación Jurídica en Derechos Humanos y para el Centro de Estudios en Historia Reciente Argentina y Latinoamericana, un taller de producción y conservación del patrimonio, un nuevo espacio de archivo y consulta para la Biblioteca Raúl Frutos y el Centro Documental Rubín Naranjo y el ya inaugurado auditorio Iván Hernández Larguía.
“Cuando se inauguró el Museo de la Memoria en el 2010, en el subsuelo pudimos avanzar en el auditorio. Habían quedado una serie de espacios que pensábamos que más adelante íbamos a aprovechar, como podrá hacer efectivamente el público desde el viernes (18 de julio)”, resaltó el director del Museo de la Memoria, Rubín Chababo.
El viernes tambiín quedará habilitada en una de las salas nuevas, la muestra El desafío de mirar, donde doce fotógrafos y una videorrealizadora expondrán su registro de imágenes sobre el ex Centro Clandestino de Detención Servicio de Informaciones.
La propuesta surgió a partir de un taller dictado por la artista Paula Luttringer el año pasado, quien por ese entonces exponía en el Museo la muestra El Lamento de los Muros / Cosas Desenterradas.
En ese marco, un grupo de fotógrafos profesionales y aficionados recorrieron el ex CCD Servicio de Informaciones, ubicado en la esquina de San Lorenzo y Dorrego, escucharon testimonios de sobrevivientes y produjeron las series fotográficas cuyos fragmentos componen esta muestra.
La exposición contará con trabajos de Candela Mammana, Cecilia Pellegrini, Mónica Fessel, Rocío de Frutos, Constanza Basconís, Magalí Drivet, Germán Aponosovich, Andrís Macera, Alejandra Cavacini, Daniel Fernández Lamothe, Jesica Di Monte, Nerina Carrero y Darío Ares.
Vacaciones de invierno
El Museo de la Memoria conforma, junto con otros puntos interesantes de la ciudad, en un espacio atractivo para las visitas. Tal es así que en este receso invernal, que finalizará en breve, las actividades especiales que tuvieron lugar en la institución agotaron en poco tiempo las entradas.
“Las actividades que se planificaron para jóvenes y niños fueron exitosas. Es más, cinco días antes del evento ya no había más entradas”, destacó Chababo.
Cabe mencionar que el ingreso al Museo de la Memoria es libre y gratuito, y que se puede colaborar mediante un bono de contribución de cinco pesos.
Fuente: otrosambitos.com.ar