Los manifestantes prodemocracia de Hong Kong acamparon afuera se la sede del poder local, sin mostrar intenciones de cumplir con el pedido del jefe de gobierno Leung Chun-ying de que vuelvan a trabajar el lunes. "Tomaremos todas las medidas necesarias para restaurar el orden social", dijo.
"Nos quedaremos aquí toda la noche y esperaremos a que la policía ataque. Será una larga lucha", dijo Ken Chung, uno de los manifestantes. El viernes la oficina, ubicada en el distrito de Admiralty, fue cerrada debido a que todos los accesos estaban bloqueados, impidiendo que tres mil personas fueran a trabajar.
Los manifestantes están demandando poder elegir a sus propios candidatos para dirigir la región en las elecciones de 2017, ya que China solo permite candidatos pre-aprobados.
Por su parte, el grupo Occupy Central retiró a varias personas del barrio de Mong Kok para reforzar los principales puntos de Admiralty. Este anuncio no fue respaldado por los grupos originales del movimiento.
Líderes estudiantiles y el gobierno han dicho que están dispuestos a iniciar negociaciones para terminar el conflicto, pero ambos grupos tienen varias condiciones. El gobierno pidió que manifestantes abandonen áreas alrededor de Admiralty, y los estudiantes pidieron que se investiguen las alegaciones de que la policía no los había protegido de la violencia.
En una clara amenaza a los manifestantes, Leung dijo que "la situación probablemente podría evolucionar a un estado fuera de control, y tendrá serias consecuencias para la seguridad pública y el orden social". El número de heridos enviados a hospitales llegó a 165.
Fuente: otrosambitos.com.ar