Estados Unidos modera el bloqueo y reanuda las relaciones diplomáticas con Cuba

Estados Unidos y Cuba dieron una vuelta de página despuís de 50 años marcados por el embargo económico y las demandas de un mayor respeto por los derechos humanos en la isla En cuestión de horas, la geopolítica mundial se transformó por completo. Cuba liberó al ciudadano norteamericano Alan Gross, detenido desde 2009, junto con otro hombre acusado de espionaje y un total de 53 presos políticos.

En respuesta, la Casa Blanca dio el visto bueno para excarcelar y repatriar a Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, tres espías cubanos pertenecientes al "grupo de los cinco". Ahora, los gobiernos de Barack Obama y de Raúl Castro iniciaron un histórico diálogo para retomar los contactos diplomáticos, incluyendo la apertura de una embajada en La Habana, y moderar el bloqueo económico. Los vestigios de la Guerra Fría en ese sector del continente parecen finalmente haber quedado atrás.

La liberación de los presos, el primer paso

La decisión de Cuba de liberar a Gross tomó a la comunidad internacional por sorpresa. El subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) había sido encarcelado a fines de 2009 y condenado a 15 años de prisión, acusado por el gobierno cubano de "acciones contra la integridad territorial del Estado". Gross había ingresado tecnología sin permiso y había intentado instalar una red clandestina de internet en un país donde el 95% de los hogares no tienen conexión.

Conferencia de prensa de Alan Gross
El hombre, cuyo estado de salud se había deteriorado en el último tiempo al punto de que su familia temía que muriera en la cárcel cubana, llegó el miírcoles a los Estados Unidos despuís de cinco años en los que Cuba se había negado a dejarlo ir. Allí lo recibió el secretario de Estado John Kerry, con quien escuchó el discurso de Obama sobre el cambio de política exterior. "Estoy muy contento por lo que dijo el presidente. Apoyo lo que está planteado", manifestó ayer en una breve conferencia de prensa.

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Junto con Gross, fue liberado y enviado a los EEUU un hombre acusado de espionaje por Cuba, cuya identidad no trascendió por motivos de seguridad. Además, el gobierno castrista aceptó dejar en libertad a 53 presos políticos, algo que la Casa Blanca consideraba un atropello a los derechos humanos. La acción de Cuba fue, en verdad, un intercambio, dado que Estados Unidos accedió así a liberar a los tres espías, que habían sido condenados en 2001 en Miami por asociación ilícita, no registrarse como agentes extranjeros y otros delitos.

Los anuncios en simultáneo

El histórico intercambio dejó pronto entrever que había algo más de fondo: un acuerdo entre dos países enfrentados desde los años 60 sellado con una conversación telefónica de 45 minutos. Desde hacía tiempo que Obama planteaba que el embargo económico sobre Cuba no servía, a pesar de que la disidencia cubana le exigía mantenerlo para inducir el fin del modelo castrista. Los pasillos de la Casa Blanca se colmaron de rumores que luego fueron confirmados por el mismo mandatario. "Hoy, Estados Unidos está tomando medidas históricas para trazar un nuevo rumbo en nuestras relaciones con Cuba y para confraternizar y empoderar al pueblo cubano", dijo Obama en un discurso televisado.

Gentileza Telemundo
El presidente estadounidense señaló que "las dícadas de aislamiento de Cuba por parte de los EEUU no han conseguido el perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática". "A pesar de que esta política se basó en la mejor de las intenciones, su efecto ha sido prácticamente nulo: en la actualidad Cuba está gobernada por los hermanos Castro y el partido comunista, igual que en 1961", agregó. "No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar obtener un resultado diferente", manifestó citando una frase de Albert Einstein.

"Al tomar estas medidas, hacemos un llamamiento a Cuba para que desencadene el potencial de 11 millones de cubanos poniendo punto final a las innecesarias restricciones impuestas en sus actividades políticas, sociales y económicas. Con ese mismo espíritu, no debemos permitir que las sanciones de EEUU impongan una carga aún mayor a los ciudadanos cubanos, a los que estamos intentando ayudar", concluyó.

LA DEFINICIÓN FINAL SOBRE EL EMBARGO LA DARÁ EL CONGRESO, DONDE LOS REPUBLICANOS SERÁN MAYORÍA
Según explicó, la definición final sobre el bloqueo tendrá que darla el Congreso estadounidense, una tarea difícil si se tiene en cuenta que los demócratas perdieron la mayoría en ambas Cámaras en las elecciones parlamentarias de octubre. Los legisladores del Partido Republicano, por su parte, ya anticiparon que no prestarán su apoyo.

Mientras finalizaba su alocución, el cubano Raúl Castro habló tambiín en cadena nacional. "Esta decisión de Obama merece el reconocimiento y respeto de nuestro pueblo", reconoció. "Hemos acordado restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Pero esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto", aclaró en referencia al bloqueo económico. "Pedimos al gobierno de Estados Unidos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestros países", prosiguió y cerró: "Reafirmo mi voluntad de dialogar".

Tanto Obama como Castro destacaron el rol activo que jugaron el Vaticano y, en particular, el papa Francisco en la reactivación de las conversaciones de alto nivel entre ambos países. Cuando Obama viajó a la santa sede en marzo de este año, el pontífice lo urgió a rever la política hacia Cuba.

Finalmente, Francisco insistió con dos cartas, una dirigida a Washington y la otra, a La Habana. En octubre, delegaciones de alto nivel viajaron al Vaticano para iniciar las negociaciones, que se prolongaron en Canadá. Todo esto fue realizado en estricta confidencialidad. Al darse a conocer el acuerdo, Francisco expresó que estaba "vivamente complacido".

Las repercusiones internacionales

Los líderes mundiales no tardaron en hacerse eco de la noticia. "Pensí que nunca íbamos a ver el fin del bloqueo a Cuba", dijo la presidente argentina Cristina Kirchner al tomar la palabra en la cumbre del Mercosur que tiene lugar esta semana en Entre Ríos. "Estamos muy felices como argentinos, como americanos del sur, como ciudadanos del mundo y fundamentalmente como militantes políticos. Es un momento importante y creo que es una decisión inteligente de los EEUU", añadió.

El resto de los jefes de Estado del bloque se pronunciaron en el mismo sentido. "Quiero saludar a los presidentes Castro y Obama y sobre todo al papa Francisco por haber sido un actor importante en el acercamiento. Creo que es un momento que muestra un cambio en la civilización", afirmó la brasileña Dilma Rousseff. Tambiín el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; el secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y otras personalidades y líderes internacionales destacaron el acuerdo entre Estados Unidos y Cuba.

La reacción más esperada fue la del venezolano Nicolás Maduro, cuyo gobierno es enemigo declarado de la política estadounidense y ha sido sostín económico de Cuba. "Hay que reconocer el gesto de Barack Obama, es un gesto de grandeza. Si hay un gran mensaje hoy en la regularización de las relaciones entre los EEUU y Cuba es que todas las armas del sabotaje económico, de la conspiración permanente, son armas melladas que dañan a los países", sostuvo.

Las críticas de los republicanos y de la disidencia cubana

Sin embargo, el anuncio de Obama no fue recibido con júbilo en algunos sectores. El senador republicano Marco Rubio, de origen cubano, dijo que aprovechará su futuro cargo como presidente de la subcomisión para el Hemisferio Occidental del Comití de Relaciones Exteriores del Senado para impedir que las medidas del mandatario sean aprobadas. "La Casa Blanca ha concedido todo, pero ganado poco", consideró. "Será interesante saber cómo confirmarán a un embajador en La Habana y cómo le darán fondos", desafió.

EN MIAMI, EL EXILIO CUBANO CALIFICÓ A OBAMA DE "TRAIDOR"
Por otro lado, la comunidad cubana en Miami celebró la liberación de Gross, pero lamentó el nuevo rumbo de la política estadounidense. Congregados alrededor del cafí Versailles, un punto de encuentro emblemático en el corazón de Little Havana, muchos exiliados exhibieron carteles en los que calificaban a Obama de "traidor". "Mientras Cuba elija la dictadura sobre la democracia, voy a seguir apoyando el embargo y las sanciones en contra de ellos", dijo el gobernador de Florida, el republicano Rick Scott.

Con voces a favor y pese a los comentarios en contra, Obama tomó una de las decisiones más arriesgadas de su gestión que, sin lugar a dudas, marcarán los dos años que todavía le restan para finalizar su mandato. La historia de la relación entre los Estados Unidos y Amírica Latina comenzó este miírcoles un nuevo capítulo.

Fuente: otrosambitos.com.ar