Que el poder de Cristo se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra y la persecución, pidió Francisco Que su fuerza redentora transforme la violencia en arados, concluyó antes de cerrar su homilía "Que el poder de Cristo se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra y la persecución", pidió Francisco "Que su fuerza redentora transforme la violencia en arados", concluyó antes de cerrar su homilía.
Hermanos y hermanas, feliz Navidad, dijo el Papa, en sus primeras palabras ante los miles de fieles que escuchan la misa de Navidad en la Plaza San PedroCrídito: AFP2 de 5
"Hermanos y hermanas, feliz Navidad", dijo el Papa, en sus primeras palabras ante los miles de fieles que escuchan la misa de Navidad en la Plaza San Pedro
Quí Jesus mire a los cristianos que están en Ucrania para que puedan emprender un nuevo camino de confraternidad y salvación, dijoCrídito: AP3 de 5
"Quí Jesus mire a los cristianos que están en Ucrania para que puedan emprender un nuevo camino de confraternidad y salvación", dijo
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Que el poder de Cristo se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra y la persecución, pidió Francisco. Que su fuerza redentora transforme la violencia en arados, concluyó antes de cerrar su homilíaCrídito: AP5 de 5
"Que el poder de Cristo se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra y la persecución", pidió Francisco. "Que su fuerza redentora transforme la violencia en arados", concluyó antes de cerrar su homilía
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"Hermanos y hermanas, feliz Navidad", dijo el Papa, en sus primeras palabras ante los miles de fieles que escuchan la misa de Navidad en la Plaza San Pedro.
De inmediato, Francisco se refirió al drama de los cristianos y de otras minorías religiosas perseguidas en Oriente Medio, especialmente por el grupo Estado Islámico (ISIS) y la guerra en Siria. "Le pido a Jesús que mire a los hermanos de Irak y Siria que sufren una persecución brutal. Que la Navidad les traiga esperanza", agregó el Pontífice.
Tambiín tuvo palabras para los ucranianos, enfrascados en un violento enfrentamiento con Rusia, por la anexión de Crimea. "Quí Jesus mire a los cristianos que están en Ucrania para que puedan emprender un nuevo camino de confraternidad y salvación", dijo.
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Fiel a su costumbre, el Pontífice no ahorró palabras hacia la clase política. "Pido a todos los que tengan responsabilidades políticas que se comprometan a superar contrastes mediante el diálogo y construir una convivencia duradera"
El pontífice argentino, a sus 78 años reciín cumplidos, pasa su segunda Navidad al frente de la Santa Sede con una fuerte popularidad en el mundo entero, pero en un contexto de guerras y de fundamentalismo religioso.
Con motivo de esta festividad, la segunda más importante del calendario cristiano despuís de Pascua, el jefe de la Iglesia católica se dirige "a la ciudad y al mundo" y hace llamados a remediar situaciones de guerra e injusticias, que son retransmitidos por las televisiones alrededor del mundo.
Francisco dedicó unas palabras a "tantos niños víctimas de la violencia y de la trata de personas en el mundo"
"Que el poder de Cristo se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra y la persecución", pidió Francisco. "Que su fuerza redentora transforme las armas en arados", concluyó antes de cerrar su homilía.
Tambiín se refirió a la violencia en África. "Llamo a la paz para otras partes del continente africano. Pienso particularmente en Libia, Sudan del Sur, la República Centroafricana y varias regiones del Congo", dijo
Como es la costumbre, el llamamiento fue pronunciado en italiano, fue breve y sin improvisar. El papa, deseoso de ser más conciso, puso fin a la tradición de leer en más de cien lenguas "feliz Navidad".
Texto completo del mensaje de Navidad del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡feliz Navidad!
Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo, nos ha nacido. Ha nacido en Belín de una virgen, cumpliendo las antiguas profecías. La virgen se llama María, y su esposo Josí.
Son personas humildes, llenas de esperanza en la bondad de Dios, que acogen a Jesús y lo reconocen. Así, el Espíritu Santo iluminó a los pastores de Belín, que fueron corriendo a la cueva y adoraron al niño. Y luego el Espíritu guio a los ancianos Simeón y Ana en el templo de Jerusalín, y reconocieron en Jesús al Mesías. "Mis ojos han visto a tu Salvador – exclama Simeón -, a quien has presentado ante todos los pueblos" (Lc 2,30).
Sí, hermanos, Jesús es la salvación para todas las personas y todos los pueblos.
A íl, el Salvador del mundo, le pido hoy que guarde a nuestros hermanos y hermanas de Irak y de Siria, que padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos ítnicos y religiosos, sufren una persecución brutal. Que la Navidad les traiga esperanza, así como a tantos desplazados, prófugos y refugiados, niños, adultos y ancianos, de aquella región y de todo el mundo; que la indiferencia se transforme en cercanía y el rechazo en acogida, para que los que ahora están sumidos en la prueba reciban la ayuda humanitaria necesaria para sobrevivir a los rigores del invierno, puedan regresar a sus países y vivir con dignidad. Que el Señor abra los corazones a la confianza y otorgue la paz a todo el Medio Oriente, a partir la tierra bendecida por su nacimiento, sosteniendo los esfuerzos de los que se comprometen activamente en el diálogo entre israelíes y palestinos.
Que Jesús, Salvador del mundo, custodie a cuantos están sufriendo en Ucrania y conceda a esa amada tierra superar las tensiones, vencer el odio y la violencia y emprender un nuevo camino de fraternidad y reconciliación.
Que Cristo Salvador conceda paz a Nigeria, donde se derrama más sangre y demasiadas personas son apartadas injustamente de sus seres queridos y retenidas como rehenes o masacradas. Tambiín invoco la paz para otras partes del continente africano. Pienso, en particular, en Libia, el Sudán del Sur, la República Centroafricana y varias regiones de la República Democrática del Congo; y pido a todos los que tienen responsabilidades políticas a que se comprometan, mediante el diálogo, a superar contrastes y construir una convivencia fraterna duradera.
Que Jesús salve a tantos niños víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas, o forzados a convertirse en soldados; niños, tantos niños que sufren abusos. Que consuele a las familias de los niños muertos en Pakistán la semana pasada. Que sea cercano a los que sufren por enfermedad, en particular a las víctimas de la epidemia de íbola, especialmente en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Agradezco de corazón a los que se están esforzando con valentía para ayudar a los enfermos y sus familias, y renuevo un llamamiento ardiente a que se garantice la atención y el tratamiento necesario.
El Niño Jesús. Pienso en todos los niños hoy maltratados y muertos, sea los que lo padecen antes de ver la luz, privados del amor generoso de sus padres y sepultados en el egoísmo de una cultura que no ama la vida; sean los niños desplazados a causa de las guerras y las persecuciones, sujetos a abusos y explotación ante nuestros ojos y con nuestro silencio cómplice; a los niños masacrados en los bombardeos, incluso allí donde ha nacido el Hijo de Dios. Todavía hoy, su silencio impotente grita bajo la espada de tantos Herodes. Sobre su sangre campea hoy la sombra de los actuales Herodes. Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús.
Queridos hermanos y hermanas, que el Espíritu Santo ilumine hoy nuestros corazones, para que podamos reconocer en el Niño Jesús, nacido en Belín de la Virgen María, la salvación que Dios nos da a cada uno de nosotros, a todos los hombres y todos los pueblos de la tierra. Que el poder de Cristo, que es liberación y servicio, se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra, la persecución, la esclavitud. Que este poder divino, con su mansedumbre, extirpe la dureza de corazón de muchos hombres y mujeres sumidos en lo mundano y la indiferencia, en la globalización de la indiferencia. Que su fuerza redentora transforme las armas en arados, la destrucción en creatividad, el odio en amor y ternura. Así podremos decir con júbilo: "Nuestros ojos han visto a tu Salvador".
Con estos pensamientos, feliz Navidad a todos.
El mundo necesita "ternura"
En la tradicional misa de Gallo, Francisco instó a los católicos a responder con "ternura" antes las dificultades del mundo. "¡Cuánta necesidad de ternura tiene el mundo de hoy!", clamó ante los miles de peregrinos y centenar de concelebrantes que asistían a la ceremonia.
"¿Tenemos el coraje de acoger con ternura las situaciones difíciles y los problemas de quien está a nuestro lado, o bien preferimos soluciones impersonales, quizás eficaces pero sin el calor del Evangelio?", interrogó el Papa durante la solemne homilía celebrada el miírcoles por la noche en la basílica de San Pedro.
En Oriente Medio, la fiesta de Navidad estuvo marcada por la guerra y el íxodo de los cristianos. En la ciudad palestina de Belín, donde según la tradición nació Jesucristo, el clima de tensión ahuyentó a los peregrinos extranjeros.
Esta Navidad es especialmente difícil para los 150.000 cristianos iraquíes desplazados, quienes "viven una trágica situación", declaró en Bagdad el patriarca caldeo Luis Rafael I Sako.
En una larga carta dirigida a los cristianos de Oriente, Francisco los había exhortado el martes a la "perseverancia" pese a las dificultades, y un día despuís llamó personalmente a algunos de los cristianos refugiados cerca de Erbil, en el Kurdistán iraquí.
El pontífice envió tambiín un mensaje a los surcoreanos para recordar su próximo viaje en agosto a este país.
En Cuba, las celebraciones de Navidad, durante mucho tiempo prohibidas por el rígimen, se celebran este año en un clima animado por una regalo anticipado: el acercamiento con los Estados Unidos.
En Sierra Leona, debido al íbola, las celebraciones públicas fueron prohibidas. En China, una ciudad del este, Wenzhou, conocida por su importante comunidad cristiana, prohibió a los establecimientos escolares celebrar la Navidad, por ser una tradición demasiado "occidental".
Las autoridades locales aseguraron "querer incitar a las escuelas a que otorguen mayor atención a las fiestas tradicionales chinas, en lugar de concentrarse en las fiestas occidentales", según el diario Global Times.
Fuente: otrosambitos.com.ar