El hombre elegido por el kirchnerismo para integrar la Corte Suprema salió al cruce de las objeciones que recibió su postulación al cargo: aseguró que no falseó su currículum y lamentó que lo hayan acusado de ser "ñoqui del Senado".
Sobre el epílogo de la semana pasada, el Colegio de Abogados adelantó que impugnará la postulación de Roberto Carlís a la Corte porque mintió en su CV. Este cuestionamiento se sumó a otro que se hizo previamente: se lo acusó de omitir el dato de que tiene un contrato de 30 mil pesos mensuales en el Senado, al que llegó de la mano de Amado Boudou.
Con respecto a la primera denuncia, el jurista aseguró que sí tuvo una relación laboral con el Colegio de Abogados: "Hice una pasantía, pero quizá para no poner en evidencia la precariedad de la forma de la contratación no nos llamaban ‘pasantes’ sino ‘asesores’".
"En ningún momento faltí a la verdad, pero no podía omitir un dato. Tengo que poner todas las relaciones laborales que tuve. Mi currículum dice enero de 2004. ¿Me contrató el Colegio de Abogados? Sí. ¿Fue una pasantía? Sí. ¿Cobrí? Sí, por las semanas que trabají", resumió.
En cuanto a su vínculo laboral con el Senado, Carlís explicó cuál es su actividad: "Me contrataron en la Dirección de Obras y Servicios Públicos en enero de 2012 para trabajar en cuestiones legales. Esto duró poco, porque en mayo de 2012, (Raúl) Zaffaroni me requirió para que fuera a trabajar a la comisión de Reforma del Código Penal. Eso es lo que sigo haciendo".
"Como empleado jurídico del Senado no era del todo descabellado, pensando que el plazo que tenía la comisión para hacer el Código Penal era de 180 días, y cumplidos esos días lo más lógico era que se enviara el proyecto a una comisión bicameral, de modo que como empleado del Senado seguiría trabajando en esa bicameral. Creo que esto lo cuestionan porque hoy en día todo contrato vinculado a la política es sospecha de algo", evaluó.
En una extensa entrevista con el diario Página/12, el hombre que aspira a suceder a Zaffaroni en la Corte Suprema aclaró que no forma parte de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima y expresó su confianza en que su postulación será aprobada: "No me dedico a contar votos, pero me cuesta imaginar con quí argumentos podrían cuestionarme en una audiencia".
Uno de los puntos que pone en duda su nombramiento como juez del Máximo Tribunal tiene que ver con su juventud, ya que tiene 33 años : "Estoy dentro del rango que establece la Constitución, que son 30 años y ocho de matriculación. No creo que la edad sea de por sí un valor o un disvalor".
El jurista tiene buena relación con el Papa, pero aseguró que no le consta que el líder de la Iglesia haya impulsado su postulación
Al respecto hizo un apunte importante: "Hay que valorar la capacidad, la formación tícnica, la calidad moral y el compromiso con los derechos humanos. La edad no es un dato relevante. Por eso tampoco estoy de acuerdo con que a partir de los 75 años se considere en forma automática que una persona ya no es apta para el cargo. La cuestión no son los 75 años, sino si esa persona continúa reuniendo las condiciones que tenía al momento en que fue elegida".
Además el candidato oficialista consideró que los jueces deben pagar Ganancias porque no hacerlo "es un privilegio inmoral en una República, violatorio del principio de igualdad".
Finalmente habló de su relación con el papa Francisco: "Me confirmó en 1993, cuando reciín era obispo auxiliar de Buenos Aires, he ido a la Catedral en varias oportunidades por ser abanderado de un colegio católico, y tenemos amigos en común, como sacerdotes, curas villeros y Alicia Oliveira, que fue la persona que me puso en contacto con íl".
"En el último tiempo me invitó para hacer una alocución a todas las cinco asociaciones de derecho penal y criminología en Roma el año pasado. El fin era concientizar sobre algunos problemas mundiales: pronunciarse contra la pena de muerte, contra la tortura, de las extraordinary renditions de la CIA, se habló de populismo punitivo", detalló.
A pesar de todas las especulaciones que se hicieron sobre ese vínculo, Carlís señaló que no le consta que el Sumo Pontífice haya impulsado su candidatura al Máximo Tribunal. Pero lo definió como "una persona con enorme influencia", que para íl "tambiín es un referente espiritual".
Fuente: otrosambitos.com.ar