Luego de que en la convención radical se impusiera la propuesta de Ernesto Sanz de ir a internas con el PRO y la Coalición Cívica, mucho se habló sobre quí pasará cuando una de las fuerzas sea la elegida en las PASO. La posibilidad de una fórmula conjunta entre Mauricio Macri y el dirigente radical fue la primera opción que trascendió pero que el jefe de Gobierno descartó: "No va a haber gobernabilidad con la UCR".
Al respecto de estas palabras, el precandidato presidencial radical explicó: "Fue una respuesta a los ataques del Gobierno que surgieron en las primeras horas despuís de la convención, vinculados al tema de la alianza". Y aclaró: "Con ‘co-gobernación’ quiso decir que no hubo distribución previa de cargos o funciones, porque en verdad quien gane la interna tiene derecho a conducir".
Asimismo, Sanz defendió haber hecho una alianza con el PRO, algo muy criticado por la otra ala del radicalismo: "Representa a buena parte de la ciudadanía argentina que quiere un cambio y necesita equilibrar el sistema político y darle alternancia a travís de lo que vamos a construir nosotros".
"Obviamente ninguno de los candidatos presidenciales somos lo mismo, ni Carrió, ni Macri, ni quien les habla representamos lo mismo, pero luego de las primarias los demás nos alinearemos detrás de quien gane por el programa que tenemos en común", precisó.
Tambiín argumentó sobre las ventajas que le da competir en las PASO: "Con esto no he resignado mis ganas de ser presidente, pero una cosa es serlo con la boleta tres de la UCR solo o con un frente de UNEN sin competitividad, y otra cosa es ir con un acuerdo que en sí mismo sea competitivo".
Y agregó: "Le permite al ciudadano no desperdiciar su voto, porque pueden votar por distintas identidades y porque esa misma noche de agosto se unirá al marco de esta alianza que empieza a poner más nervioso al oficialismo porque va a ser el voto que cambie a Argentina".
El senador nacional realizó un panorama del marco político actual y enunció que "el Gobierno, por decisión o mala praxis deja un terreno de problemas estructurales profundos". En ísta línea, argumentó que es necesario una posible alianza con el peronismo porque el futuro gobierno, sea cual fuere, debe encontrarse con una mayoría amplia en el Congreso.
Es por ello que fundamentó: "Por eso no alcanza con los tres partidos que vamos a ir juntos a la elección (Coalición Cívica, UCR y PRO). El parlamento que viene va a ser muy atomizado y dividido, y por lo tanto necesitamos acuerdos amplios, pero es cierto que todo será bajo el programa común que proponemos y que busca recuperar la normalidad institucional".
Por otra parte, especificó que el contexto económico y social que le espera al próximo gobierno constará de "una economía que perdió competitividad, una inflación de 40 puntos, desigualdad social y una educación en deterioro, los chicos salen de la primaria casi sin comprender textos, leyendo y escribiendo con dificultad". Y añadió que "la intención del oficialismo es tratar de ponerle todo los límites y obstáculos posibles al próximo gobierno llenando el Congreso de militantes kirchneristas, sabiendo que no va a ser de su mismo signo".
Por último consideró que "el Gobierno se compara con el caso de Chile y piensa que van a dejar que gobierne cuatro años el próximo candidato, como lo hizo Sebastián Piñera, para luego la vuelta de Michelle Bachelet; pero ni ella (Cristina Kirchner) es Bachelet, ni ninguno de nosotros es Piñera".
Fuente: otrosambitos.com.ar