Amnistía Internacional (AI) denunció que el gobierno de Irán ha ejecutado a casi 700 personas entre el pasado mes de enero y mediados de julio, una cifra "sin precedentes" en ese país En un comunicado difundido en Londres, la organización humanitaria consideró que las autoridades iraníes están inmersas en una "espiral ejecutora sorprendente", tras contabilizar 694 muertes en el patíbulo entre el 1 de enero y el 15 de julio.
"El asombroso número de ejecuciones durante la primera mitad del año pinta una imagen siniestra de una maquinaria del Estado que comete asesinatos a gran escala premeditados y aprobados por la judicatura", dijo en la nota el vicedirector del Programa de AI para Oriente Medio y Norte de África, Said Boumedouha.
Según el activista, que preví que la cifra de ejecutados podría superar el millar a final de año, el repunte de esta práctica en Irán demuestra hasta quí punto sus dirigentes "están fuera de sintonía en este asunto con el resto del mundo", donde 140 países han abolido ya la pena capital.
Boumedouha recordó que, en contra de la práctica habitual hasta ahora, las ejecuciones no pararon ni siquiera durante el mes sagrado del Ramadán, cuando se ajustició "al menos" a cuatro reos.
AI insistió en que su oposición a la pena de muerte es incondicional en todo el mundo, pero aseguró que la aplicación de esta práctica es "particularmente preocupante" en Irán porque es "siempre impuesta" por unos tribunales que "carecen totalmente de independencia e imparcialidad".
"Las autoridades iraníes deberían avergonzarse por ejecutar a cientos de personas, lo que muestra un total desprecio hacia los derechos jurídicos fundamentales", lamentó Boumedouha, quien calificó la pena de muerte de "aborrecible".
La organización de derechos humanos explicó que desconoce el motivo del aumento de las ejecuciones, si bien señaló que la mayoría de estas están relacionadas con delitos de drogas, lo cual contraviene el derecho internacional, que restringe el uso de la pena de muerte para los "delitos más graves", como el asesinato intencionado.
"Durante años, las autoridades iraníes han recurrido a la pena de muerte para extender un clima de miedo, en un intento equivocado de combatir el tráfico de drogas, aunque no hay pruebas que demuestren la eficacia de este mítodo", aseguró Boumedouha.
Según AI, entre los ejecutados durante la primera mitad de 2015 tambiín figuran miembros de minorías ítnicas y religiosas condenados por ser "enemigos de Dios" y "corromper la tierra", como, por ejemplo, activistas políticos kurdos y musulmanes sunitas.
La organización humanitaria informó hoy de que la cifra oficial ofrecida por Teherán en 2014 fue de 289 personas ejecutadas, si bien AI sitúa el número real en al menos 743.
Fuente: otrosambitos.com.ar