Definitivo contra buitres: fondos del BCRA son "inembargables"

La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York reprendió ayer a Thomas Griesa, por segunda vez en menos de un mes; hecho inídito en el largo juicio de más de nueve años que el país mantiene contra los fondos buitre en los Estados Unidos. La segunda instancia de la Justicia de ese país determinó ayer que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no es responsable de los compromisos de deuda contraídos por el país, por lo que sus bienes no pueden ser embargados.

La Cámara, en un escrito de 43 páginas (toda una enormidad para la escueta Justicia norteamericana) dijo además que el juez "erró " en su fallo de primera instancia, donde Griesa no había aceptado la "propia inmunidad" del Banco Central en el conflicto de deuda del país con los fondos buitre. Los impulsores de esta demanda, que data de 2012 con un fallo de Griesa de 2013, eran, nuevamente, el fondo NML Elliott, de Paul Singer, y EM Dart, de Kenneth Dart. El primero luego siguió adelante con el juicio del fondo que el país perdió en junio del año pasado al ser rechazada la apelación por parte de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos; mientras que el segundo se sumó a los "me too" que se llegaron al reclamo luego de ese fallo.

La clave de los cambios en los fallos de la Corte a favor de la Argentina, luego de casi tres años de fallos negativos para el país en la segunda instancia de los Estados Unidos, hay que encontrarlos en un dato político-judicial.

La segunda instancia cambió de integrantes que llevan el caso argentino: de ser tratado por los jueces Daniels Barrington Parker, Reena Raggi y Rosemary Pooler (abiertamente en contra de la posición argentina), pasó a Josí Cabranes, Richard Wesley y Peter Hall; hasta ahora, bastante equilibrados en cuando a sus fallos sobre el "juicio del siglo". Esta misma Cámara deberá tratar cuatro instancias clave en esta causa: la situación del Bank of New York Mellon (BoNY), la deuda que debe pagar el Citibank, el monto final de la deuda que el país debe reconocerles a los fondos buitre y la situación final de los "me too".

Más allá del fallo positivo para la Argentina, que apunta a proteger el dinero que el país tenga depositado en el BCRA en su sede de Nueva York, políticamente es importante que la segunda instancia haya reprendido fuertemente a Griesa en menos de un mes.

El 10 de agosto pasado la misma Cámara dictaminó que el juez se había extralimitado en sus funciones al calcular montos excesivos de intereses, multas y punitorios para liquidar el pasivo de los "me too" (los acreedores que no ingresaron en los canjes de deuda de 2005 y 2010, que no se sumaron al juicio original contra la Argentina, pero que luego fueron aceptados por Griesa para que se les reconozca el pasivo).

En la demanda de ayer, los abogados Elliott y Dart habían pedido a Griesa que declare al BCRA como un "álter ego" del país, y, por lo tanto, corresponsable del pago de la deuda en default y embargables sus bienes en el exterior, incluyendo la sede física de la entidad en pleno Wall Street. La Corte revirtió entonces el fallo de 2013, y ratificó la jurisprudencia de la Justicia de los Estados Unidos, que siempre defendió la autonomía y autarquía de los bancos centrales que operan en el sistema financiero de ese país. Con esto, además la Cámara defiende un negocio de millones de dólares, vinculado a la cantidad de dinero que los bancos centrales de todo el mundo mueven en Wall Street. El próximo paso que espera la Argentina de la segunda instancia de Nueva York es un fallo similar que proteja las sociedades con mayoría accionaria del Gobierno argentino, como YPF o ENARSA, tambiín en la mira de los fondos buitre.

En el fallo la Corte de Apelaciones aclara igualmente que, pese al fallo, la Argentina "no significa que el país pueda evitar tener que negociar con los acreedores para encontrarle una solución al conflicto".

En este sentido, uno de los tres jueces de la Cámara, Josí Cabranes, escribió en el fallo que la Corte no tiene la intención de permitir que la Argentina "continúe eludiendo las deudas que tiene capacidad de pagar, aunque sospechamos que esto será un resultado predecible y desafortunado de nuestra decisión". Pero Cabranes dijo que el Banco Central tenía el derecho de invocar su propia inmunidad soberana como defensa.

La Cámara es la misma que el 10 de agosto pasado falló a favor de acotar el alcance de la "acción judicial colectiva" que habían iniciado los "me too", determinando que Griesa debía tener en cuenta "lo vendido en el mercado secundario en el cálculo del monto del resarcimiento", lo que determinó que, como mínimo, la Argentina se ahorraría aproximadamente 2.000 millones de dólares en el cálculo de la deuda final a reconocer a los acreedores. Griesa había desoído originalmente a la Corte, tal como le reprochó esta última en el primer párrafo de su sentencia de hoy: "Luego de que este Tribunal revocara dos veces, en paneles anteriores, sentencias dictadas por el Tribunal de Distrito a favor de los demandantes, nos remitimos con instrucciones específicas (hacia Griesa, para limitar el criterio de la clase). En lugar de seguir nuestras instrucciones, la Corte de distrito certificó con acciones clases expandidas. En consecuencia, por haber hecho esto y por el mandato emitido en la previa apelación, decidimos revocar y devolver" al distrito para su revisión, le recriminó la Corte a Griesa.

Fuente: otrosambitos.com.ar