Despuís de varios meses de un mercado convulsionado, en el que era difícil saber el valor real de los autos, algunas marcas comenzaron a difundir las nuevas listas de precios para enero que llegan con aumentos de alrededor del 15%, tal como había adelantado este diario. La publicación ayer en el Boletín Oficial del decreto que establece el nuevo esquema para los Impuestos Internos era la pieza que faltaba en el complicado rompecabezas en el que se había convertido el sector automotor por las restricciones de los últimos años. Con el panorama definido, las terminales e importadores pudieron comenzar a delinear la estrategia comercial para los próximos meses.
Como consecuencia de la devaluación por la salida del cepo más del 90% de los modelos que se venden en el país tienen un incremento en promedio del 10% con picos de 15% o más. La contrapartida es el segmento de alta gama o premium -que representa menos del 7% del mercado- que muestra una rebaja de los precios en pesos del orden del 35% debido a la reducción impositiva que dispuso el Gobierno de Mauricio Macri.
Marcas como Fiat y General Motors son las que tomaron la iniciativa enviando a su red de concesionarias los nuevos listados con aumentos del orden mencionado. Volkswagen, anoche, estaba dando los últimos retoques a su esquema de precios que se conocería hoy. Algo parecido sucedía en Renault. Otras terminales, como Ford, Honda y Peugeot las darían a conocer durante la semana que viene. Toyota tambiín, aunque adelantó a su red que los aumentos rondarían entre un 4% y un 6%. Esta prudencia de algunas empresas es para estar en sintonía con el pedido del Gobierno de no provocar un fuerte impacto en los consumidores con los aumentos. Con un mercado en el que la mitad de los 0 km son importados y la otra mitad -de producción nacional- con 80% de piezas provenientes del exterior, el traslado de la devaluación del 40% es inevitable. Es por eso que se espera que en febrero y marzo haya un nuevo ajuste de precios aunque eso dependerá de cómo responda la demanda.
Desde las concesionarias, por estos días, sólo se oyen lamentos. "Está todo parado. Desde hace semanas casi no hay consultas", señaló un directivo del sector. Se estima que el primer semestre va a ser muy difícil. Por un lado, los consumidores se deberán acomodar a los nuevos valores. Es cierto que en la última parte de 2015 los precios de listas eran una ilusión y muy pocos modelos se vendían sobre la base de esos valores. Para llegar a un 0 km había que estar dispuesto a pagar un sobreprecio. Pero ahora el incremento es general. En el segmento premium, que en dólares tiene bajas del 50% o más y en pesos del orden del 35%, habrá que esperar cuatro o cinco meses a que se recompongan los stocks para conocer la realidad del mercado. Por ese motivo, la reducción de precios será casi virtual ya que se harán muy pocas operaciones. Una vez con la oferta normalizada se producirá una guerra de precios que tambiín impactará en el segmento de las marcas generales.
Fuente: otrosambitos.com.ar