El Diputados Provicial Ruben Giustiniani dijo en Otros Ambitos (Pop Radio 96,1) la confianza de los consumidores rosarinos se mantuvo en un bajo nivel durante el tercer trimestre del año, debido a una percepción negativa de la situación económica actual, respecto de un año atrás. Aun así, son mejores las perspectivas que expresan para el futuro. #
El Centro de Estudios Universitarios, Políticos y Sociales Igualdad Argentina presentó ayer el Indice de Confianza del Consumidor realizado durante el tercer trimestre de este año. Durante la presentación se hicieron presentes el presidente del Centro de Estudios, Javier Ganem, y los diputados provinciales Rubén Giustiniani y Silvia Augsburger.
El Índice de Confianza del Consumidor permite medir las percepciones de los individuos sobre el estado de la economía del país, su situación económica personal y las expectativas a corto y mediano plazo. Asimismo, recepciona la predisposición a la compra de bienes durables de menor y de mayor valor.
Durante la presentación, Giustiniani dio detalles sobre la información relevada durante estos tres meses: "El Indice de Confianza se mantiene por debajo de los 50 puntos, está en 43 puntos. Esto quiere decir que la gente presenta una situación negativa, respecto a la del año pasado, está retraída en el consumo y no está dispuesta a gastar en electrodomésticos y autos".
"Esto además muestra una expectativa hacia el año que viene, y señala que el 63 por ciento piensa que va a estar mejor, por lo cual hay una distancia entre una realidad presente negativa y una expectativa futura positiva, y esa brecha en algún momento se tiene que juntar", agregó.
Del mismo modo, el diputado señaló los posibles factores a tener cuenta para poder revertir la situación a mediano plazo: "Las cuestiones pasan por el poder adquisitivo, el salario; la gente está retraída y ve su situación negativamente por la inflación, por el tarifazo, porque el salario le ganó a las paritarias".
El presidente del Centro de Estudios Igualdad Argentina, Javier Ganem, recalcó que "hay una fuerte retracción del consumo, que está relacionada con estos indicadores y los cambios de hábito".
"La gente en vez de hacer compras grandes hace compras en la semana y eso se reflejado por el ingreso permanente que tienen los consumidores. Percibimos que hay una fuerte preocupación, sobre ese ingreso permanente que ha caído por la inflación, los salarios y el sostenimiento del empleo", manifestó.
Así, destacó que "esto debe servir para los hacedores de política económica para modificar estas cuestiones", para que "una vez que se solucionen los problemas de empleo, pueda darse una reactivación en el consumo".
Los argentinos, para hacer frente a los efectos de la inflación en el consumo doméstico, priorizan las promociones, los planes de cuotas y la reducción del consumo. El 64 por ciento de los encuestados adopta como su principal estrategia recortar el uso de servicios públicos como la luz y el gas. También la mitad de los argentinos redujo la cantidad de compra en el supermercado, mientras que el 63 por ciento redujo el consumo de carne, lo que hace que este rubro sea el más afectado por el aumento de precios.
El trabajo fue realizado por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo y Voices! Research Consultancy, mediante un relevamiento de 1.000 personas encuestadas.
Fuente: otrosambitos.com.ar