El ataque terrorista en Barcelona ocurrió cuando una camioneta blanca arrolló a varias personas que paseaban por La Rambla, uno de los lugares más concurridos y turísticos de esta ciudad del noreste de España. Según detallaron los testigos, los terroristas se desplazaron 600 metros sobre el carril central peatonal, desde la Plaza Catalunya hasta el Teatro del Liceo, donde abandonaron la camioneta. La policía detuvo a dos sospechosos: uno fue identificado como Driss Oukabir Soprano, de origen magrebí con nacionalidad española, mientras el otro tiene nacionalidad marroquí.#
El conductor de la camioneta, que aún está prófugo, iba "haciendo eses y a mucha velocidad para intentar atropellar a todo lo que podía", según relataron varios testigos a El Periódico.
El conductor iba “haciendo eses y a mucha velocidad para intentar atropellar a todo lo que podía”
Horas más tarde, ya en la madrugada del viernes, seis civiles y un policía resultaron heridos cuando un vehículo arrolló a la multitud en Cambrils, a 120 kilómetros de la capital catalana, un hecho que culminó con un tiroteo en el que "cuatro presuntos terroristas" fueron abatidos y un quinto murió posteriormente de sus heridas, según las autoridades.
El titular de Interior del gobierno catalán, Joaquim Forn, advirtió que la cifra de trece fallecidos podría aumentar, ya que entre el centenar de heridos hay varios de gravedad.
El presidente regional Carles Puigdemont explicó por su parte a la radio Onda Cero que sospechan que todavía hay "un terrorista suelto" aunque desconocen "su capacidad de hacer daño". "En las próximas horas va a continuar habiendo arrestados", añadió.
Así buscan a los atacantes:
"Se trata evidentemente de un atentado terrorista con una voluntad de matar al mayor número de personas", señaló el portavoz de la policía catalana, Josep Lluis Trapero.
Ninguno de los dos sospechosos detenidos, uno de ellos un marroquí identificado como Driss Oukabir, tenía antecedentes, explicó.
Además, la policía vinculó el atentado a una explosión la noche anterior en una vivienda en Alcanar, a unos 200 kilómetros al sur de la capital catalana, que dejó un muerto y siete heridos. "La sospecha es que estaban preparando un artefacto explosivo", señaló Trapero.
Los ataques recordaron otros atentados terroristas en Europa con vehículos, como el de Niza el 14 de julio de 2016, cuando un camión conducido por un tunecino se lanzó contra la multitud, matando a 86 personas y dejando más de 400 heridos.
Testigos en Barcelona describieron escenas de terror en la concurrida zona de la ciudad más turística de España.
"Estaba al lado, en El Corte Inglés y escuché un fuerte ruido. Tratamos de salir pero no pudimos. Vi cuatro, cinco cuerpos en el suelo y gente tratando de reanimarlos, y mucha sangre", dijo a la AFP, Lily Sution, una turista holandesa.
"Cuando ha pasado todo, he salido corriendo y he visto destrozos, cuatro cuerpos en el suelo, gente atendiéndolos, gente llorando y también había muchos extranjeros que habían perdido a sus familiares", dijo Xavi Pérez, de 26 años y dependiente de una tienda.
La policía ha recorrido las tiendas, restaurantes y hoteles de la zona ordenando a los propietarios que cerraran las persianas y nadie saliera a la calle.
Una segunda camioneta que habrían alquilado los terroristas para intentar escapar fue localizada por la policía aparcada sin ocupantes en la localidad de Vic, a unos 60 kilómetros de Barcelona.
"Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos", escribió en Twitter la casa real española, que informó que el rey Felipe VI visitará Barcelona este viernes.
El jefe de gobierno, Mariana Rajoy, se trasladó rápidamente a esa ciudad, donde el gobierno catalán está empeñado en realizar un referéndum secesionista.
Anunciando tres días de duelo nacional, Rajoy declaró: "Estamos unidos en el dolor, pero estamos sobre todo unidos en la voluntad de acabar con esta sinrazón y con esta barbarie. (…) Los españoles vamos a vencer".
En la noche del jueves las autoridades levantaron las restricciones de acceso al centro de la ciudad y dejaron salir a las últimas personas que se mantenían refugiadas en comercios.
Taxistas llevando gratis a turistas, el consorcio Turismo Barcelona poniendo a disposición habitaciones de hotel gratuitas, multitudes donando sangre… la solidaridad se mostró tras el ataque.
Alrededor del mundo, se multiplicaron las condenas contra el ataque, cuyas víctimas fueron recordadas con homenajes en la Torre Eiffel en París y el rascacielos One World Trade Center en Nueva York.
Fuente: otrosambitos.com.ar