Una nueva balacera que pone en alerta a los jueces y a la policía, pero en especial a los vecinos que la sufren. Este lunes por la madrugada sucedió en un edificio de San Luis 1451, entre Corrientes y Paraguay, cuyo frente fue atacado con unos 20 balazos, posiblemente con una ráfaga de ametralladora. Los proyectiles dieron en el interior del palier, en el ascensor y en el departamento del primer piso.# Dejaron un cartel que decía “dejen de meter preso a los pibes”. Según los moradores del inmueble, ahí no vive nadie vinculado al poder judicial. Sin embargo, la semana pasada también hubo un ataque en la misma propiedad. En ese domicilio vivió hace muchos años la camarista Gabriela Sansó, quien preside el tribunal de apelación del juicio a Los Monos.
Los disparos penetraron la puerta del edificio e impactaron contra un espejo que está dentro del palier. También dieron en el ascensor. Y dos balazos dieron en la ventana del primer piso. En total fueron unos 20 disparos de arma de fuego.
El edificio que fue baleado este lunes a la madrugada. (Alan Monzón/Rosario3.com)
“No sabemos nada, sabemos que sería un aviso para algún caso policial”, contó Miguel, el hombre que vive en el primer piso del edificio. “Tiraron un cartel que dice «dejen de meter preso a los pibes»”.
“Fue esta madrugada a las 2 de la mañana, las balas atravesaron el ascensor, el marmol, uno de los balcones”, siguió el hombre. Y agregó que, según la primera evaluación de la policía, “podría haber sido una ráfaga de ametralladora”.
Miguel destacó que “acá no vive ningún miembro del poder judicial, jueces ni nadie vinculado a los juicios”. Pero luego hizo una revelación llamativa al decir que “el jueves de la semana pasada también hubo una balacera en este mismo edificio y tuvimos que cambiar el vidrio de la puerta”.
Luego comentó que “no hicimos la denuncia porque acá suele haber disturbios entre la gente que sale de los bares y boliches y creímos que era parte de eso”.
“En el edifico nadie trabaja en el tribunal, nadie es juez, yo hace 18 años vivo acá y no conozco a nadie vinculado con el poder judicial. Mi esposa es abogada laboralista, pero nada que ver, nunca tuvo problemas”, agregó Miguel.
Después detalló que en su departamento “las balas atravesaron la madera; las balas atravesaron las persianas pero no las ventanas de madera”. Y señaló que “somos tres familias las que vivimos acá, somos comerciantes, jubilados”.
“No conozco a nadie en la cuadra que tenga vínculos con los juicios”, concluyó. Un móvil policial seguía en la puerta del inmueble.
Fuente: otrosambitos.com.ar