La jefa de Gobierno no ha decepcionado. Ha irrumpido en el escenario contoneándose al ritmo de 'Dancing Queen' –ya sorprendió en su gira africana con un pequeño baile– y, tras un pequeño capítulo de bromas, se ha adentrado en un discurso cuyo mensaje esencial ha sido la unidad.
May ha pronunciado este miércoles el discurso de clausura del congreso general que el Partido Conservador ha celebrado estos días en Birmingham, cuyo objetivo era poner el foco en las políticas del Gobierno, pero que finalmente ha servido de plataforma para quienes cuestionan la capacidad de la 'premier' para capitanear el Brexit.
May ha restado importancia a las diferencias en el seno del Partido Conservador sobre el Brexit, porque ya las ha habido sobre otras cuestiones, si bien ha instado a los suyos a no abrir brechas insalvables: "No debemos ser un partido que se pierda en la ideología, sino que se funde en principios sólidos (…) Seguridad, libertad y oportunidades".
Para despejar las dudas internas, ha ratificado que no traicionará el resultado del referéndum de 2016. "La gente ya votó y votó por salir", ha enfatizado, descartando la posibilidad de celebrar una segunda consulta sobre la continuidad de Reino Unido en la UE.
También ha dejado claro su compromiso con el Brexit. "He estado trabajando día y noche durante los últimos dos años para conseguir un buen acuerdo para nuestra futura relación", ha destacado y ha sostenido que Chequers –como se conoce el plan del Gobierno para el Brexit– lo es.
En concreto, ha hecho hincapié en que "protegerá nuestra preciosa Unión" porque "la fluida frontera en Irlanda del Norte, pilar de la paz y la estabilidad, no cambiará". "Nunca romperemos nuestro país", ha reiterado, arrancando al público uno de los muchos aplausos que le han otorgado. May ha reconocido que las negociaciones sobre el Brexit se encuentran en un punto frágil –"quizá la fase más dura"– y para continuar con éxito ha reclamado a la UE que muestre "respeto" a Reino Unido.
Fuente: otrosambitos.com.ar