Por qué la tecnología 5G decepcionará a todo el mundo

 


En el último tiempo se ha ido escuchando que el 5G podrá lograr cosas como habilitar coches seguros, llevar a cabo cirugía a larga distancia, realizar videollamadas holográficas en 3D, la posibilidad de tener teléfonos inteligentes por 50 dólares y que las semanas laborales sean de cuatro horas. En definitiva y según dicen los expertos, el 5G marcará el comienzo de la empresa en tiempo real (RTE), transformando el negocio por completo.#

Los encargados de construir la tecnología 5G dicen que las velocidades reales serán de 10 a 20 veces más rápidas que 4G, de manera realista entre 100 y 200 Mbit /seg. Además, 5G debería tener una latencia mucho más baja, alrededor de 1 milisegundo en comparación con los 20 milisegundos de las redes de ahora, de modo que todo en la nube será más receptivo y las videollamadas serán mucho mejores.

Se dice que los nuevos teléfonos 5G se lanzarán el próximo año; así pues, estaríamos a punto de entrar en la era de la gran tecnología 5G. Sin embargo, voy a explicar por qué el 5G no va a venir tan pronto.

Por un lado, es técnicamente cierto que el primer teléfono que puede admitir 5G ya está en el mercado, se trata del Motorola Moto Z3. Y por otro, existen más compañías que están “a punto de hacerlo” así como Xioami, que puede presentar su Smartphone Mi Mix 3 compatible con 5G el próximo mes; el OnePlus 7 de Oppo en enero; la asociación de Sprint y LG para un teléfono que salga la primera mitad del año que viene; Huawei con sus teléfonos inteligentes 5G plegables para el siguiente verano; y Apple, que aunque no haya anunciado nada al respecto, compañías como Mobile Viewpoint están trabajando en complementos compatibles con iPhone que otorgan compatibilidad 5G.

Asimismo, existen ciertos países que están trabajando en ello, como Estados Unidos, Inglaterra, China y Corea del Sur. Desafortunadamente, estos lanzamientos suenan mejor de lo que realmente son. Cuando los proveedores prometen implementaciones en las ciudades, es fácil imaginar una cobertura en toda la ciudad. Pero así no es como funciona 5G. Es importante destacar que el 5G no es una tecnología, sino una colección compleja de tecnologías, muchas de las cuales no han sido resueltas por los organismos de estándares.

Las tecnologías detrás de 5G permiten el uso de frecuencias muy altas. Cuanto mayor es la frecuencia, más corta es la longitud de onda; y las longitudes de onda más cortas permiten velocidades más rápidas y una latencia más baja. Pero aquí está la trampa: con longitudes de onda más cortas, la distancia entre el dispositivo y la "torre" tiene que ser mucho más corta porque la señal tiene más dificultades para penetrar a través de materiales como paredes y árboles. Para sortear esos obstáculos, las empresas necesitan desplegar muchísimas más torres que las de ahora, algo que requiere mucho tiempo y dinero.

Cuando empresas como Sprint, T-Mobile y Verizon dicen que lanzarán 5G en una ciudad, lo que quieren decir es que el 5G estará disponible en algunos bolsillos de esa ciudad. Debido a que las conexiones 5G absorben más energía, los chips que funcionan con 5G se diseñarán para favorecer al 4G y entrar en modo 5G solo cuando la aplicación requiera un gran ancho de banda.

Así pues, la necesidad de ahorrar batería, la distribución limitada de antenas y torres, y los problemas de interferencia hacen que nuestros teléfonos inteligentes habilitados para 5G se enfrenten a enormes barreras. Para ser más claro aún, dentro de cinco años los teléfonos inteligentes usarán 4G casi todo el tiempo, incluso cuando se tenga un teléfono 5G en una ciudad de 5G. Me temo que los teléfonos inteligentes de más de 1.000 dólares llegaron para quedarse.

Y para más limitaciones, una coalición de 52 organizaciones llamada Americans for Responsible Technology solicitó la semana pasada a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) que desacelere los despliegues de la infraestructura 5G hasta que podamos descubrir los efectos que tiene en la salud

Fuente: otrosambitos.com.ar