La aceleración que experimentó en las últimas semanas el proceso de reapertura de las negociaciones paritarias en el sector privado, con acuerdos que llevaron hasta el 45% la pauta salarial anual en la búsqueda de acortar la diferencia con el ritmo de la inflación, instaló una fuerte inquietud dentro del Gobierno, que se vio alimentada por el temor empresario de una escalada sin control en los aumentos, de consecuencias complejas sobre la economía.#
Con ese escenario de fondo, publica El Cronista, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, decidió reactivar la mesa de diálogo social y convocó para mañana a representantes de algunas de las principales cámaras empresarias y de la CGT en la búsqueda de avanzar en un entendimiento que permita poner algún límite ante un desborde de las paritarias y a la par garantice un marco de paz social para el tramo final del año.
Para atender ese doble desafío, y a partir de ciertas propuestas informales conversadas con referentes empresarios, en el Ejecutivo evalúan la alternativa de disponer el pago de un suplemento salarial de fin de año de carácter general. Ese esquema, según interpretan, ofrecería la oportunidad de frenar la revisión masiva de los acuerdos salariales ya firmados y patear para febrero o marzo próximo su renegociación, garantizando una compensación de fin de año para los trabajadores.
Una posición similar comparten en varias cámaras empresarias, donde temen que tras el incremento del 40% logrado por Hugo Moyano para los Camioneros la semana pasada y los convenios de Sanidad y petroleros que cerraron con subas de 45%, las paritarias se vuelvan incontrolables. "Estamos a un paso del desborde con aumentos de casi el 50% es insostenible", alertaron desde una importante entidad empresaria a este diario.
El propio titular de la Unión Industrial (UIA), Miguel Acevedo, que se sumará a la mesa de diálogo convocada por Sica, admitió ayer la preocupación empresaria en materia salarial y reclamó "una intervención" del Gobierno para "encauzar las paritarias" tras la aceleración que registró la inflación en los últimos meses. El referente fabril, no obstante, se mostró un poco escéptico sobre la apuesta del Gobierno por la concertación social al destacar que el presidente Mauricio Macri "nunca ha querido hacer grandes acuerdos porque los ve como una debilidad".
Dentro de la CGT aguardan por el encuentro con Sica antes de resolver si avanzan o no con el llamado a un nuevo general para la última semana de noviembre, en la previa a la cumbre de Líderes del G20. Mientras tanto, ya definieron la lista de planteos con la que se sentarán con el ministro. Sobre la posibilidad concreta de un bono de fin de año, la pretensión sindical es la de fijar el pago de dos suplementos, uno en noviembre y otro enero, destinado a compensar el deterioro de los sueldos por la inflación. "Y desde febrero se pueden comenzar a recuperar los salarios en las actividades que están más atrasadas", argumentan.
A ese reclamo la central también sumará el pedido de un bono de emergencia para jubilados y beneficiarios de planes sociales. Y la instrumentación de una política más activa para contener por vía administrativa los despidos en el sector privado. "Solo con un bono de fin de año no va a alcanzar", advierten los sindicalistas
Fuente: otrosambitos.com.ar