Con la presentación formal de listas este lunes ante la justicia electoral nacional dió comienzo formalmente el proceso electoral rumbo a las elecciones nacionales 2019. Ahora sí arrancó el definitivo “segundo semestre” electoral, cuyas características sociológicas electorales serán totalmente disímiles a la elección que consagrara hace una semana a Omar Perotti como nuevo Gobernador de Santa Fe. La astronómica polarización entre Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner indudablemente harán desaparecer los paradigmas con los cuales se votó el 16 de junio.#
El armado de las listas de diputados nacionales en la puja por los diez escaños vacantes, mostró los encontronazos y resabios de la aún fresca compulsa provincial. Hubo pactos preexistentes que se cumplieron a rajatabla, por ejemplo en los casos de las actuales diputaciones nacionales para Federico Angelino (Cambiemos) quien en febrero resignó su precandidatura a Gobernador ante José Corral; y Marcos Cleri (PJ-La Cámpora), que no formó parte de la lista oficial de diputados provinciales de Omar Perotti.
María E. Bielsa pidió a sus seguidores “no amargarse”, pues ni ella ni su gente formaron parte de la lista de diputados del PJ, compuesta por representantes de La Cámpora, Unidad Ciudadana, gremios K, Evita, el Massismo y el PJ. Perotti hizo saber que nada tuvo que ver en ése armado nacional. De la misma manera que le informó al kirchnerismo explícito que si bien acompañará a la fórmula Fernández- Kirchner, lo hará a su manera y con sus tiempos y lecturas. Perotti no es Scaloni, el improvisado técnico de la selección nacional de fútbol.
Los radicales trasladaron el sempiterno internismo partidario a Cambiemos, toda vez que ante la lista “de consenso” encabezada por Angelini, un grupo de “radicales puros” estaría presentando otra grilla encabezada por el concejal rosarino Martín Rossúa, para colar un candidato a través de las PASO.
Las heridas de la derrota
El oficialismo provincial reflejó las heridas de la derrota en el armado de la lista nacional de diputados. El radicalismo aliado NEO optó por no poner a nadie de su sector en la boleta que acompañará a Roberto Lavagna. Tampoco lo hizo el socialismo “bonfattista”.
El primer lugar quedó para el socialista Enrique Estébez, mientras que la número dos (Carolina Piedrabuena) es una radical que ningún sector la quiere adoptar. Finalmente se dijo que “pertenece políticamente a la Ministra Claudia Balagué, de la cual es funcionaria. El PDP aliado tendrá el cuarto lugar en la lista.
Los electos diputados radicales NEO compartirán una cena este lunes con Miguel Lifschitz y el resto de quienes conformarán la bancada. Sería interesante observar los gestos cuando Lifschitz les pida el acompañamiento explícito a la fórmula Lavagna- Urtubey, y su lista de diputados nacionales por Santa Fe.
Seguramente Miguel Lifschitz querrá cerrar filas con “su” futuro bloque ante la inminente salida a la luz de las heridas internas partidaria que generó la derrota. Se dice que el “bonfattismo” no estaría dispuesto a acompañar en esta patriada nacional.
Los radicales aliados NEO serán de ahora en más espectadores de lujo, y atentos, del “reseteo” socialista.
Definitivamente el FPCyS tendrá una nueva era por delante a partir del 10 de diciembre. Miguel Lifschitz concentrará todos sus esfuerzos en ser Senador nacional en el 2021, para desde allí emprender el regreso a la Casa Gris; adelantado por twit al día siguiente de la derrota, por otra parte.
Granata al margen.
Las diputadas electas por el espacio Granata (que tal vez antes del 10 de Diciembre sea con Partido propio: “Somos Vida”) de esta capital Betina Florito y Natalia Armas se comunicaron con Amalia Granata ante las versiones de acompañamiento a distintos sectores y candidatos nacionales. Granata les hizo saber que su sector no apoyará a ningún candidato ni propuesta partidaria “pro vida” -consigna que corre el riesgo de terminar trillada- que exhiban.
De paso, observamos que en ese novel sector “extra político convencional” (que estuvo a menos de mil votos de colocar el séptimo diputado provincial), Granata deberá ejercer un firme liderazgo para arbitrar posiciones entusiastas entre los dos sectores religiosos que ayudaron por igual a forjar el triunfo en el trabajo de bases: el evangelismo y el catolicismo.
Perotti mira al futuro.
Omar Perotti, tal como describimos en una de nuestras últimas columnas, llegó finalmente a ser Gobernador luego de una ardua carrera de resistencia (apotegma de la política, por otra parte) y como animal político que es, se prepara para un futuro sin reelección. ¿La Casa Rosada tal vez?.
Su alter ego Roberto Mirabella, ya se encargó de trazarle las líneas bisectrices del armado gubernamental a los “enarboladores de medias lunas” (diría el Turco Asís). “Habrá jóvenes, extrapartidarias, independientes, pero por sobre todas las cosas, los mejores”, advirtió.
Sabe el gobernador entrante que perdió en 8 departamentos y ganó por poco en algunos, pero sacó una diferencia notable en el sur: 8 puntos en Rosario y 15 en San Lorenzo. La inseguridad y el narcotráfico fueron- son- la desgracia del socialismo en esos territorios donde sucumbió estrepitosamente. Perotti deberá hacer realidad lo antes posible el lema de sus últimos – y oportunamente impactantes- afiches: “Ahora la paz y el orden”.
Mientras tanto, lo de manual: auditar las cuentas del gobierno saliente, y en lo posible sembrar dudas sobre las mismas. El que entra necesita decir que le dejaron un desastre, y el que sale argumentar que hay una provincia de pie sin problemas. De todos modos, el ganador debería apegarse también a otro axioma de la política: la transición solo desgasta al que entra. El costo del saliente ya lo pagó con la derrota. Y tendrá mayoría en una de las Cámaras legislativas.
Nada nuevo bajo sol de la política. Solo cambian los que se entibian.
Fuente: otrosambitos.com.ar