A ello se suman financiamientos por 65 millones de dólares a través de organismos multilaterales, y préstamos por 2.500 millones de pesos para destinar al sistema de salud.
El auxilio nacional avanza en medio de las dificultades de las provincias para afrontar pagos de sueldos y servicios mínimos ante la erosión de la coparticipación y las recaudaciones locales por la cuarentena, un riesgoso escenario que agita el fantasma de un potencial retorno de las hoy prohibidas cuasimonedas.
La ayuda de emergencia fue anticipada por Ambito tras un sondeo sobre despachos provinciales, y luego fue confirmada por el Ministerio del Interior, que conduce Eduardo “Wado” de Pedro. Desde esa cartera remarcaron que la entrega de estos fondos se instrumentó “con el fin de fortalecer los sistemas sanitarios y las finanzas de las provincias en el marco de las demandas por la emergencia sanitaria decretada por el coronavirus”.
“Es fundamental coordinar acciones y asistencias con las provincias y municipios para dar respuestas a todos los argentinos. El sistema de salud debe fortalecerse en todo el país, y por eso también trabajamos para disponer en toda la Argentina de camas, tanto hospitalarias como no hospitalarias, y garantizar así una respuesta ante esta pandemia”, dijo De Pedro.
Este jueves, horas antes y en una conferencia de prensa brindada por el Comité de Crisis Provincial, el ministro de Economía chubutense, Oscar Antonena, había confirmado una inminente asistencia a las provincias, aunque sin brindar precisiones en torno a montos.
El funcionario de Mariano Arcioni aseguró que, tras las reuniones mantenidas con los ministerios del Interior y de Trabajo, “todas las provincias” recibirán ATN. “Se definió en función de la población; se hizo una ecuación equitativa para todas las provincias y la semana que viene lo estaríamos recibiendo”, precisó, además de remarcar que “es un aporte extraordinario en función de la emergencia decretada por el Presidente de la Nación”.
Los mandatarios reclamaban el reparto de 70 mil millones acumulados de ATN para hacer frente a los pagos de sueldos de marzo, ante la brutal caída de ingresos que la cuarentena genera por la erosión que ejerce en la coparticipación y en las recaudaciones locales, atadas a la actividad económica. No es el monto pedido el que se finalmente será repartido, pero representa al menos una oxigenación para las cuentas locales en el comienzo de la pandemia.
El primer planteo en torno a las urgencias de los gobernadores fue elevado en una cumbre que mantuvieron con el Presidente en Olivos, que se concretó el pasado jueves y que fue previa a la oficialización de la cuarentena obligatoria en todo el país.
Un día después los ministros de Economía de las provincias mantuvieron una videoconferencia con la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis, y el secretario de Interior, José Lepere, a quienes le elevaron la letra chica de las necesidades financieras de los distritos. Allí los funcionarios quedaron en confirmar la respuesta del Gobierno nacional.
En las últimas horas, desde Chubut brotó una descripción gráfica de los apremios que atraviesan muchas provincias frente a la caída de ingresos, aunque potenciados en este caso por la dura crisis de fondos que arrastra la provincia.
La administración de Arcioni sólo logró abonar los sueldos de febrero a quienes cobran menos de 40 mil pesos, y la continuidad de los pagos dependerá del flujo de ingresos de la semana que viene.
“Estamos en una situación grave respecto de los recursos, que caen de manera significativa”, dijo Antonena. Y agregó que Chubut “recibe regalías, coparticipación y posee los ingresos propios, y todos se ven afectados por esta crisis”.
“Entendemos que todos los agentes están esperando sus salarios, pero hay una realidad concreta y objetiva y es que no tenemos ingresos suficientes para poder enfrentar todas las obligaciones”, admitió el titular de la cartera económica provincial.
Con ese telón de fondo, el fantasma de las cuasimonedas volvió a agitarse en Chubut. “Vemos que empezar a emitir cuasimonedas no es una locura”, dijo el ministro de Gobierno , José María Grazzini. Pero Antonena le bajó luego el tono. “En este momento no se piensa en una cuasimoneda”, retrucó.