Según los precios oficiales de los autos más accesibles, su pueden conseguir unidades desde u$s7.500 para arriba. Esto hace que los autos en la Argentina se ubiquen en valores similares a los que se encuentran en países como Chile o España. Incluso, si se tiene en cuenta que muchos de estos modelos tienen bonificaciones, el precio en dólares blue terminará siendo menor.
El dólar ilegal cerró ayer en $98 y $107, según las puntas compradora o vendedora. Otras cotizaciones como el “contado con liqui” o el dólar “Bolsa” estuvieron por arriba de esos valores. En varias concesionarias consultadas informaron que están tomando a sus clientes un tipo de cambio de alrededor de $95. Antes del estallido económico por el coronavirus, a comienzos de marzo, la cotización rondaba los $80. La diferencia de $15 por dólar en menos de dos meses es ganancia pura para los ahorristas en dólares ya que los precios de los 0 km en ese lapso variaron no más de 3%.
La Argentina suele pasar de un escenario a otro con suma facilidad, según las turbulencias económicas. Así puede tener los autos más caros del mundo o los más baratos, dependiendo de los distintos tipos de cambio que aparecen o desaparecen. En 2013, por ejemplo, la brecha cambiaria llegó al 100% y desapareció tres años después, cuando se eliminó el “cepo”. En ese momento, los 0 km fueron de los más altos medidos en dólares. Lo que se espera en el sector es que esta brecha en crecimiento sirva para alentar algunas ventas.
Se basan en la experiencia del año 2013, que se llegó a un récord de ventas sólo porque la magnitud de la brecha funcionó como un subsidio a la compra de 0 km, especialmente a los modelos premium. Algo similar, en menor medida, se estuvo viviendo los últimos días. Tal como adelantó Ámbito Financiero, se hicieron muchas operaciones por parte de clientes que, con dólares en la mano, fueron a buscar oportunidades de comprar autos que, normalmente, cuestan u$s50.000 pero que esta “magia” cambiaria permite que se paguen menos de u$s35.000 en billetes reales.
Por eso la apertura de los registros ilusiona a los concesionarios que esperan a volver a vender autos. “Mucha gente estaba interesada en comprar, aprovechando la brecha cambiaria, pero al no poder patentar el vehículo postergaba la operación. Parece que vamos a ir normalizando”, señaló el gerente de una agencia de la zona sur del gran Buenos Aires.
El problema es que todavía deben restablecerse el funcionamiento de las plantas verificadoras, la transferencia de usados, el despacho de unidades y, por supuesto, la apertura gradual de los locales para que la gente pueda concurrir ya que, hasta ahora, sólo se hacen ventas por internet o telefónicamente.