Alberto despidió a Vanoli.

La presión sobre el Gobierno en estos tiempos se vuelve por momentos intolerable. Las exigencias que impone la pandemia del coronavirus exige respuestas en múltiples frentes. Argentina en lo económico-financiero no está en buenas condiciones para enfrentar el desastre y mitigar el impacto en los bolsillos de la gente. En ese sentido, cada bala que tira el Gobierno debe impactar en el blanco, no hay chance ni fondo para desperdiciar. De ahí la necesidad de que los funcionarios no entorpezcan las pocas herramientas disponibles.

 

En el medio de esa tormenta había quedado la Anses desde hacia un tiempo largo. Nadie comprendió en su momento como fue armado el cronograma de vencimientos y pagos a jubilados y beneficiarios de planes que terminó con el desastre de colas interminables ante los bancos que abrían en medio de la cuarentena provocando un caos en las calles con peligro de contagio, que aún está por ver si tuvo impacto o no en esa población de adultos mayores, la más vulnerable.