Aprovechando la incertidumbre que había generado la falta de respuestas por parte del Gobierno, las principales empresas venían presentando listas de precios con incrementos del orden del 20% al 30% a los supermercados. Pero fueron los supermercadistas los que, primero, les respondieron que no estaban autorizados a aceptarles esa modificación. Quien autoriza, se sabe, es el Gobierno. Finalmente, en los encuentros que seguirán en el día de hoy pero que arrancaron la semana pasada, la respuesta fue siempre la misma: hay que seguir un mes más, así, sin cambios. Y después se verá.
Varias fuentes empresarias contaron sus conversaciones a Ámbito. En ellas, los hombres de negocios manifestaron sus problemas vinculados con la suba de los costos de producción. En algunos casos, y con la restitución del IVA mediante, se trata de precios que datan de noviembre de 2019 y que no han recibido ajustes. La totalidad sostiene estar vendiendo a pérdida e incluso consignan la evolución en la cotización del dólar oficial como uno de los argumentos adicionales. En los últimos días, el titular de la Copal y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, también se sumó a esta lectura, cuando le dijo a Ámbito que la discusión por los precios resulta indispensable a la luz del incremento de costos por parte de las empresas del sector. En todos los casos, la respuesta del Gobierno fue que existía la posibilidad de hacer algunos ajustes en los productos del programa Precios Cuidados, que convive con los Precios Máximos, si bien es mucho menos representativo y cuenta con menor cantidad de productos. Esos incrementos irían del 6% al 10%. Ese programa también vence a fin de mes. Y se renovará.