A principios de este año, Whatsapp anunció que la aplicación incorporaba la posibilidad de bloquear chats para proteger las conversaciones “más delicadas” de sus usuarios. De esta manera, si se decidía utilizar esta función, la conversación se trasladaba de la bandeja de entrada a una carpeta propia con acceso solo mediante contraseña o huella dactilar. Además, el contenido del chat se ocultaba de manera automática en las notificaciones.
En aquella oportunidad habían publicado en la página oficial que esta función era ideal para quienes “deben compartir su teléfono” con algún familiar o pareja, pero que también servía para combatir esas situaciones incómodas como cuando “alguien sostiene tu teléfono en el momento exacto en que te llega un chat especial”.