El discurso del gobernador Miguel Lifschitz para la inauguración del 135º período de sesiones ordinarias de la Legislatura fue el más socialista en su contenido desde que ese partido llegó a la Casa Gris. En ese marco, el mandatario santafesino aseguró que su gestión "estará siempre" con Sancor, la cooperativa láctea que atraviesa una severa crisis.# Al cabo de 65 minutos, la exposición fue menguando en densidad y profundidad para terminar con un clásico de coyuntura que, a menos que tuviera la finalidad de fastidiar a alguien o mantener vigente un metamensaje, podría haber obviado si lo hubiese querido: la reforma constitucional. Y con argumentos que difícilmente no supiera que generarían polémica: "Para mí, no es un tema más". No pocos, al terminar, le respondieron sobre ese punto, entre ellos el intendente santafesino y jefe del radicalismo nacional, José Corral, quien difiere en cuanto a la oportunidad de una enmienda a la Carta Magna provincial (ver página 9).
Pero quizás el dato más llamativo fue que el propio Lifschitz ordenó que no hubiera copias para repartir (ni subidas a internet) fuera de las hojas que leyó sentado en la poltrona presidencial de Diputados, flanqueado por el vicegobernador Carlos Fascendini y Antonio Bonfatti, su antecesor en la Casa Gris. "No quiso que se conociera el texto porque tenía pensado improvisar", deslizaron a La Capital fuentes oficiales
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La de los ex gobernadores fue la otra nota distintiva. No sólo Bonfatti estuvo, obligado además por ser el anfitrión, o Hermes Binner, quien sigue siendo figura decana del PS. También fueron de la partida José María Vernet (1983-1987) y Víctor Reviglio (1987-1991). Primero mencionó sus presencias y luego agradeció el acompañamiento. En ambos casos recibió aplausos. Serían las primeras dos de las 21 salvas de palmas batidas que cosechó en su segunda rendición de cuentas en los 505 días que lleva de mandatario.
De los tres temas más polémicos del momento arrancó con dos y de modo frontal. Sobre el tercero, la escandalosa rescisión de la concesión de la autopista Rosario-Santa Fe, no dijo ni una palabra. Sí abundó sobre la seguridad, con el que buscó mostrarse tímidamente optimista (ver aparte), y el futuro de la empresa Sancor, en el que puso el mayor énfasis.
"Es mi tercer discurso en el recinto y llego con más de 16 meses, es decir, un tercio de la gestión de mi gobierno y habiendo recorrido la provincia de punta a punta, una y otra vez", afirmó.
De inmediato, enfatizó: "Tenemos que recorrer los argentinos y santafesinos el camino de la unidad a través de un proyecto que articule acuerdos entre los partidos y las organizaciones sociales". Y ejemplificó con los planes del Norte y Abre Familia, entre otros.
Lifschitz también aseveró que con la Nación existen "diferencias políticas y, a veces, de diagnósticos y análisis de la realidad", aunque resaltó que se ha procurado "tener siempre una relación constructiva".
"Debo decir que, en general, hemos encontrado puertas abiertas. No siempre tuvimos las respuestas que esperábamos, pero sí predisposición para buscar alternativas", puntualizó.
Tras saludar a los trabajadores y a los sindicalistas que los representan por su día, se metió de lleno a uno de los temas que más aplausos le deparó: "Nací en Rosario, me crié y crié a mis hijos consumiendo los productos de Sancor, que siempre fueron de excelente calidad y de precios razonables".
En ese sentido, señaló que a Sancor "la quebraron los gobiernos que no tuvieron una política nacional para la lechería" y advirtió que "la firma es la vida de Sunchales, Centeno, San Guillermo y Gálvez", entre otras ciudades y localidades de la provincia y de Córdoba.
Después, les dedicó un párrafo a los rumores de compra de la empresa, preguntándose: "¿Cuánto vale Sancor para los santafesinos? ¿Quién lo sabe? Sancor, para Santa Fe, no tiene precio. No es de los directivos, ni de los productores ni de los trabajadores, es de Santa Fe".
"Confío en que esta vez llegará el salvataje necesario para la empresa y en que las autoridades de la firma, los trabajadores y los dirigentes gremiales estarán a la altura de las circunstancias. El gobierno de Santa Fe estará siempre con Sancor, en las buenas y en las malas", concluyó.
Al retomar su propuesta de reforma constitucional, el gobernador aseguró: "No es, para mí, un tema más. Uno lo puede plantear desde la lógica de la política, pero también de los ideales y las banderas que cada uno hemos levantado a lo largo de la vida".
"Hablar de la reforma que necesita Santa Fe es un desafío, pero también una necesidad, una oportunidad para que la política se reencuentre con la sociedad en el debate de los temas realmente importantes, de fondo. Sé que hay muchas urgencias que requieren nuestra atención, pero también que el momento es ahora, que depende de nosotros y que podemos optar entre dejar una huella para el futuro o pasar por la historia", dijo antes de dejar inaugurado el período de sesiones ordinarias.
Reunión clave
El gobierno nacional y representantes sindicales del sector lechero se reunirán hoy para debatir sobre la demora en el salvataje financiero a Sancor. En ese sentido, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, había condicionado el otorgamiento de un crédito oficial de 450 millones a que "se baje un aporte que hace el sector empresario a los sindicatos".
Fuente: otrosambitos.com.ar