El presidente interino Michel Temer asumió en reemplazo de Dilma Rousseff con el principal desafío de mejorar la situación económica, sumida en una grave crisis. Sin embargo, sabe que dicha tarea no será sencilla ni inmediata, y su equipo ya planea solicitar un cambio en las metas para tener un mayor margen de maniobra que permita salir de la recesión.#
La gestión de Dilma ya había solicitado una modificación en la estimación de la brecha fiscal para el 2016, inicialmente calculada en un superávit de de 24 mil millones de reales (casi USD 7 mil millones), pero ahora recalculada en un déficit de 96 mil millones de reales (unos USD 27 mil millones). Según reportó Estadão, la gestión de Temer continuará con dicho proyecto, pero presentará un pedido ante el Congreso para incluir una enmienda que permita superar el déficit calculado y reducir aún más la meta impositiva.
El nuevo ministro de Planeamiento, Romero Jucá, admitió que el déficit de las cuentas públicas previsto para el 2016 será superior al valor calculado recientemente. Por ello, Jucá preparará la modificación al proyecto, aunque no precisó cuál sería el nuevo techo.
La idea del oficialismo es que el Congreso lo apruebe durante la próxima semana para evitar una paralización del gasto del Ejecutivo, tras la renegociación de la deuda de los estados, y poder reactivar la economía.
El gobierno deberá hacer un esfuerzo fiscal importante para mantenerse dentro del margen. Según Jucá, no se tiene planificado "en un primer momento" un aumento de impuestos. No obstante, aclaró que "podrán ser discutidos en el futuro como un proyecto amargo y transitorio".
Aunque la modificación de la estimación del déficit fue propuesta por el gobierno de Rousseff y se espera que lo ratifiquen en el Legislativo, la nueva gestión tendrá que hacer serios esfuerzos para presentar modificaciones futuras, ya que el Partido de los Trabajadores anunció que no colaboraría con ningún proyecto de la nueva administración.
Fuente: otrosambitos.com.ar