La presidente Cristina de Kirchner acusó a los Estados Unidos de haberle "cerrado" las puertas comerciales a la Argentina y negó que el acercamiento de su gestión a Rusia y China haya sido meramente ideológico, por lo que expresó: "Si vamos a hablar de economía, quiero ver los números".
"Las cosas hoy en el mundo no se miden por si me gusta (Barack) Obama o me gusta (George) Bush o me gusta Xi Jinping o me cae más simpático (Vladimir) Putin. Si vamos a hablar de economía, quiero ver los números", dijo la jefa de Estado en una entrevista con la revista estadounidense The New Yorker.
La frase sobre "los números" fue expresada por la mandataria en referencia al comercio internacional. Cristina de Kirchner negó que haya sido su gobierno el que optó por alejarse de Estados Unidos o interponer barreras comerciales que dificulten el comercio y señaló que el país norteamericano es el segundo inversor en la Argentina -con no menos de 500 empresas- detrás de España.
"Y los números me dicen que el segundo inversor es Estados Unidos y los números me dicen que yo tengo díficit comercial con Estados Unidos con lo cual hay un intercambio comercial muy fluido con la Argentina", expresó la Presidente.
"Es más -agregó-, yo creo que Estados Unidos por ahí le ha cerrado las puertas a las Argentina. (…) nos impide tambiín el ingreso de limones en defensa de sus productores y Argentina es el primer exportador y productor mundial de limones".
En ese sentido, aseguró la mandataria argentina que "no hay un alejamiento de Estados Unidos para acercarse a Rusia o a China, hay simplemente la admisión de un mundo multipolar", y ejemplificó con que el gigante asiático hoy es potencia mundial.
"En el año 49 Mao llegaba a Beijing luego de la Larga Marcha con millones de chinos hambrientos comiendo una escudilla de arroz a la semana. Ahora, vas a China y se ha convertido en una potencia mundial", ejemplificó la Presidenta.
La preponderancia de EEUU y China
Cristina Krichner se quejó porque en el G20 (el grupo de las veinte economías más poderosas del mundo) "no se decide absolutamente nada si no lo aprueba Estados Unidos y lo aprueba China".
"Tengo que decirlo con todas las letras. El G20 podría ser el G2, sacarle el cero, los dejamos a China y Estados Unidos y funcionaría exactamente igual", le dijo la mandataria al periodista estadounidense.
Por ello, dijo no compartir la idea de "agitar el fantasma de que la Argentina o algunos países latinoamericanos se acercan a China o Rusia" sino que "hay un mundo diferente" en el que países como China "ofrecen inversiones en obras de infraestructura".
"China tiene un particular modelo de desarrollo económico pero en realidad, la división de Este-Oeste, Capitalismo y Comunismo que conocimos, se terminó con la caída del Muro de Berlín. Y en realidad estamos en una etapa totalmente diferente", expresó.
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El consumo
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La Presidente defendió su idea de que los ciudadanos merecen poder consumir para satisfacer sus necesidades en libertad e incluso arriesgó que el Muro de Berlín cayó en 1991 porque los comunistas querían consumir.
"Pero lo cierto es que estamos en un mundo nuevo, en una nueva etapa civilizatoria donde ya la puja no es a partir de este modelo económico en tírminos de propiedad de los medios de producción, del capitalismo, de cómo queremos vivir, si va a haber consumo".
La jefa de Estado sostuvo que "todos quieren consumir" y en ese sentido agregó que hasta el Muro de Berlín se cayó no porque Estados Unidos era más poderoso militarmente sino porque "los que vivían del lado comunista querían vivir como vivían del lado capitalista".
Los que vivían en la Alemania Democrática (comunista) querían vivir: "Consumiendo, con libertades, decidiendo su vida y no que el Estado te lo planifique. Ese es el gran triunfo y esto es lo que no creo que se alcance a visualizar actualmente en la problemática mundial".
Fuente: otrosambitos.com.ar