Ante más de un millón de personas, el Papa exhortó a los fieles a vivir en la tolerancia incluso con quien piensa distinto o se alejó de la fe. La presidente Cristina de Kirchner, quien le entregó un obsequio al Sumo Pontífice, fue la única mandataria de la región -además del presidente de Paraguay Horacio Cartes- que participó de la ceremonia religiosa.
"Hospitalidad con el que no piensa como nosotros, con el que no tiene fe o la perdió, hospitalidad con el perseguido, con el desempleado, hospitalidad con las culturas diferentes, de las cuales esta tierra paraguaya es tan rica, hospitalidad con el pecador, porque cada uno de nosotros tambiín lo es", afirmó Francisco.
Jorge Bergoglio ingresó a Ñu Guasú ("campo grande", en guaraní) a bordo del papamóvil, en medio de una multitud que agitaba sus banderas pontificias, paraguayas, argentinas y algunas brasileñas y mientras entonaban el himno oficial de la visita: "Gracias Santo Padre".
En su homilía, Francisco afirmó que "la Iglesia es madre de corazón abierto que sabe acoger, recibir, especialmente a quien tiene necesidad de mayor cuidado, que está en mayor dificultad. La Iglesia es la casa de la hospitalidad".
Desde el altar, adornado por el artista plástico Koki Ruiz con espigas de maíz, cocos naturales y calabazas y con las imágenes de San Ignacio y San Francisco, el Papa reivindicó valores como la hospitalidad, la fraternidad y dijo que en María "tenemos un modelo".
"Cuánto bien podemos hacer si nos animamos a aprender el lenguaje de la hospitalidad, del acoger. Cuántas heridas, cuánta desesperanza se puede curar en un hogar donde uno se pueda sentir recibido", remarcó.
Debemos brindar "hospitalidad con el que no piensa como nosotros, con el que no tiene fe o la ha perdido", tambiín "con el perseguido, con el desempleado", "con las culturas diferentes, de las cuales esta tierra es tan rica. Hospitalidad con el pecador", describió.
"Tantas veces nos olvidamos que hay un mal que precede a nuestros pecados. Hay una raíz que causa tanto pero tanto daño, que destruye silenciosamente tantas vidas. Hay un mal, que poco a poco, va haciendo nido en nuestro corazón y ‘comiendo’ nuestra vitalidad: la soledad", advirtió el pontífice.
Por eso, "lo propio de la Iglesia, de esta madre, no es principalmente gestionar cosas, proyectos, sino aprender a vivir la fraternidad con los demás", subrayó Francisco en un domingo que empezó nublado y con lloviznas y se tornó soleado en su presencia.
En otro tramo de su homilía Francisco expresó que "la Iglesia es madre, como María. En ella tenemos un modelo. Alojar, como María, que no dominó ni se adueñó de la Palabra de Dios sino que, por el contrario, la hospedó, la gestó, y la entregó".
"Alojar como la tierra que no domina la semilla, sino que la recibe, la nutre y la germina. Así queremos ser los cristianos, así queremos vivir la fe en este suelo paraguayo, como María, alojando la vida de Dios en nuestros hermanos con la confianza, con la certeza que el Señor nos dará la lluvia y nuestra tierra dará su fruto".
Al momento de leer las intenciones lo hicieron los protagonistas de cada sector: "por los gobiernos de los pueblos, por todas las familias, por los ancianos, por los campesinos, por los pueblos indígenas, por todos los que tienen que emigrar, por los discapacitados, por los niños, especialmente los niños pobres y por la liberación de Edelio Morinigo (que tambiín pidieron los obispos), secuestrado hace un año", pidieron.
Un momento llamativo en la celebración fue el del rito de la eucaristía, cuando decenas de sacerdotes caminaron entre la gente dando las hostias a los fieles. Tambiín se destacó el del saludo de paz, cuando cientos de miles de personas se dieron la mano, se abrazaron o besaron.
Finalmente, antes de la oración del Angelus, el Papa argentino les dijo a los miles de paraguayos presentes: "queridos hermanos: les pido, por favor, que recen tambiín por mí. Sí bien cuánto se quiere al Papa en Paraguay. Tambiín yo les llevo en mi corazón y rezo por ustedes y por su país".
La última misa del Papa Francisco en su gira sudamericana tuvo tramos en guaraní al igual que muchas de las canciones litúrgicas que se entonaron en ese idioma, que es oficial en Paraguay junto con el español.
"El Papa de la gente" fue ovacionado en tierra guaraní, donde destacaron su "sencillez y humildad" y celebraron la reivindicación de la mujer paraguaya, a la que Bergoglio calificó como "la más gloriosa de Amírica".
Por la mañana el pontífice estuvo en "Bañado Norte", el barrio más humilde y populoso de Asunción, donde pidió a sus pobladores ser "misioneros de la fe" y que "sientan y sean prójimos de los menores y los ancianos y de todos aquellos que estín pasando dificultades".
En su paso previo al campo grande de Ñu Guasú el Papa compartió más de una hora con el sector más pobre de la capital paraguaya. "Ustedes me recuerdan a la Sagrada Familia. Todo esto me recuerda a la familia de Belín", les dijo.
La última actividad de Francisco para cerrar su gira por Ecuador, Bolivia y Paraguay fue el encuentro con los jóvenes en la costanera de Asunción, a las 17.30 hora local (una más en Argentina). Allí, instó a los adolescentes a que "hagan lío y tambiín ayuden a arreglar el lío que hacen".
Asimismo, reiteró que los chicos y chicas deben ir "contracorriente" con esperanza y fortaleza. "No queremos jóvenes debiluchos ni que se cansen rápido, con cara de aburridos. Queremos jóvenes fuertes que tengan un corazón libre" dijo el Sumo Pontífice.
En sintonía con el discurso, Francisco habló de la difícil vida que llevan gran parte de los jóvenes sobre lo cual dijo que "la vida no es fácil para muchos adolescentes". "Si a mí la vida me es relativamente fácil, hay muchos chicos para los que no es fácil y la desesperación los empuja a la delincuencia, al delito y a colaborar con la corrupción" dijo y agregó que "a ellos, hay que decirles que estamos cerca y queremos ayudarlos con solidaridad y amor".
Tras el discurso con la juventud, abordó el avión de Alitalia (en el que se desplaza habitualmente) rumbo a Roma con un tiempo estimado de llegada para este lunes a las 13.45 (8.45 en Argentina). El avión que traslada al sumo pontífice, su comitiva y un grupo de periodistas, despegó del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, de Asunción, a las 19.37 hora local (23.37 GMT)
Fuente: otrosambitos.com.ar