Con votos del oficialismo y fieles aliados, la Cámara de Diputados sancionó el proyecto que unifica y moderniza los Códigos Civil y Comercial, en una sesión marcada por la discusión reglamentaria y las críticas de la oposición, que abandonó del recinto y no participó del debate.
El trámite en Diputados se resolvió en menos de ocho horas, lapso que incluyó la discusión por la legalidad del tratamiento, la retirada opositora, el debate y la votación.
El oficialismo aprobó el cuerpo normativo que empezará a regir a partir del 1 de enero de 2016 con 134 votos afirmativos, sin negativos ni abstenciones.
El Frente para la Victoria, acompañado por aliados, reunió el quórum para iniciar la sesión especial pasadas las 12.10 y luego las bancadas antikirchneristas bajaron al recinto.
Tras advertir sobre la supuesta ilegalidad del debate, los opositores señalaron que sólo podía ser discutido con el respaldo de los dos tercios de la Cámara, número que no posee el oficialismo.
El presidente de la Cámara, Julián Domínguez, rechazó los argumentos contrarios al tratamiento y puso en debate el proyecto, ante lo que el completo de la oposición se levantó y se retiró, dejando en soledad al FpV, a Nuevo Encuentro, al Movimiento Popular Neuquino y a la diputada del Frente por la Inclusión Social, Ramona Pucheta.
De esta forma, la discusión se centró en una cuestión reglamentaria, sin que se analizaran los temas de fondo que plantea en el nuevo Código, como el establecimiento del inicio de la vida en la concepción, las modificaciones al matrimonio, la adopción y el divorcio, entre otras.
Al cerrar la discusión, la presidenta del bloque kirchnerista, Juliana Di Tullio, apuntó duro contra la oposición por ausentarse del recinto y por la denuncia penal que habían presentado contra Julián Domínguez por la mañana, antes del inicio de la sesión.
"¿Cómo van a clausurar un debate? ¿Quí quieren poner una faja en el Congreso?", recalcó la diputada y afirmó que "la oposición ha decidido otra vez quedar en la defensa de los más poderosos".
Di Tullio admitió que en su bloque no hubo un "acuerdo con el cien por ciento del articulado", pero indicó que tienen "en claro que hay una cuestión principal que es que hay que tener un Código moderno, que genere nuevos derechos".
"Están empecinados en quedar fuera de la historia, nosotros sí queremos ser protagonistas", subrayó.
• La oposición denunció un tratamiento "ilegal"
Antes de dejar el recinto, el jefe del bloque de la UCR, Mario Negri, afirmó que el proyecto "no fue girado a ninguna comisión, como establece el reglamento", por lo que "solamente es un papel viciado de absoluta legalidad".
El cordobís afirmó que "los dictámenes cambian cuando cambian las mayorías y acá el 50 por ciento de la Cámara se modificó" en diciembre pasado, luego de que el Senado aprobara el proyecto, en noviembre.
A su turno, la representante del Frente Renovador, Graciela Camaño, enfatizó: "Han rodeado de ilegitimidad y han tirado a la basura el trabajo de dos años y medios de muchísimos especialistas, juristas. Lo han hecho para nuevamente tratar de demostrarnos que tienen intacto el poder, para mí, ísta es la muestra clara de la debilidad del oficialismo".
Por su parte, el presidente del bloque PRO, Federico Pinedo, consideró que "este proyecto perdió vigencia en el momento en que cambió la conformación de esta Cámara" y sostuvo que "hacer caso omiso de esta irregularidad implicaría violar el reglamento, violar la voluntad soberana y la Constitución".
Para la diputada del GEN, Margarita Stolbizer, el Código fue "sacado a los cachetazos con un tratamiento sordo y exprís".
"Creemos que el Código Civil se queda a mitad de camino en varios de estos aspectos e incluso conserva la arquitectura decimonónica, que profundiza y reproduce desigualdades sociales que quedan libradas a las contingencias del mercado", cuestionó Stolbizer.
Luego, la diputada Elisa Carrió señaló "la nulidad absoluta en insanable del procedimiento y el acto de atentado al orden constitucional por parte de su Presidencia".
"Lo que aquí se está haciendo es violar todo el orden constitucional. Es un acto que no responde a la lógica de los antecedentes normativos", añadió Carrió.
Por el Frente de Izquierda, Nístor Pitrola criticó el "tratamiento exprís y el pacto político entre la presidenta Cristina Kirchner y el Vaticano" y tambiín cuestionó que el Código tiene "carácter anti laboral, con un retroceso de las conquistas de los trabajadores".
Nicolás del Caño, en tanto, dijo que estaba de acuerdo con "el divorcio exprís", pero rechazó "los cientos de artículos que van en contra de los derechos de las mujeres, los pueblos originarios y los trabajadores".
Fuente: otrosambitos.com.ar