"En una comunidad cristiana la división es uno de los pecados más graves, porque la convierte en la obra del diablo", dijo hoy el Papa Francisco reanudando las audiencias generales de los miírcoles en plaza San Pedro.
Francisco dedicó su catequesis del miírcoles a la necesidad de la "unidad" de la Iglesia.
"Aunque está llena de pecadores, con divisiones y escándalos, los católicos recitan en su Credo que la Iglesia es una y santa", afirmó Jorge Bergoglio.
El Pontífice, que defiende a los pecadores pero condena el pecado, con su conocida afirmación "pecadores sí pero corruptos no", en su catequesis de este miírcoles se refirió al tema de la unidad y santidad de la Iglesia.
"Cuando recitamos el Credo, decimos que la Iglesia es "una" y "santa", aunque sabemos por experiencia que tambiín está compuesta de pecadores y que no faltan divisiones", aseguró.
"Jesús, antes de su Pasión, pidió por la unidad de sus discípulos: "que todos sean uno". Nos confía así su deseo de que la unidad sea una de las notas características de nuestra comunidad. Los pecados contra la unidad no son sólo las herejías o los cismas, sino tambiín las cizañas más comunes de nuestras comunidades: envidias, celos, antipatías… Esto es humano, pero no es cristiano", sostuvo Francisco.
En una "comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves, porque no permite que Dios actúe. Es el diablo el que separa, destruye las relaciones, siembra prejuicios. Lo que Dios quiere es que seamos acogedores, que nos perdonemos y nos amemos para parecernos cada vez más al que es comunión y amor. En esto consiste la santidad de la Iglesia: en reproducir la imagen de Dios, rico en misericordia y gracia", sostuvo el Pontífice.
"La experiencia nos dice que son tantos los pecados contra la unidad de la Iglesia: no pensemos solo en los cismas, pensemos en cambio en faltas muy comunes en nuestras comunidades, pecados "parroquiales", dijo el Papa en el curso de la audiencia general.
"A veces nuestras parroquias, prosiguió, llamadas a ser lugares para compartir, son tristemente caracterizadas por envidias, celos, antipatías. Los chimentos están a la mano de todos: cuánto se chismea en las parroquias!. "Es bueno o no?", preguntó retóricamente a los fieles. Y si uno es elegido presidente en esa asociación se habla en su contra: pero ísto no es la Iglesia, no se debe hacer", agregó, aplaudido por lamultitud.
"No les digo que se corten la lengua, ísto no, dijo aún el Papa, pero de pedir al Señor la gracia de no hacerlo; ísto es humano pero no es cristiano, ísto sucede cuando apuntamos a los primeros lugares, cuando a apuntamos a los íxitos personales y juzgamos a los otros, cuando miramos los defectos de los hermanos en vez que sus dotes, cuando miramos a lo que nos divide en vez de lo que nos une".
El Papa concluyó afirmando: "hagamos resonar en nuestro corazón las palabras de Jesús: beatos los operadores de paz porque serán llamados hijos de Dios. Pedimos perdón por todas las veces en las cuales fuimos ocasión de división dentro denuestras comunidades…".
Tras la pausa de julio, y tras las primeras dos audiencias general de agosto en el aula Pablo VI, el encuentro semanal con los fieles del papa Francisco volvió a la plaza San Pedro antes unas 12 mil personas.
Bergoglio entró en la plaza con su papamóvil descubierto y dio vueltas a la misma, entre la multitud que aplaudía y varias detenciones del jeep para saludar, besar y acariciar a los niños.
Fuente: otrosambitos.com.ar