El jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, desestimó las criticas de la Iglesia respecto al empleo y aseguró que "seguramente (los obispos) tambiín se va a expresar sobre el impacto de tema de los fondos buitres" en la sociedad "Supongo que la Conferencia Episcopal Argentina tratara de un modo detallado el impacto que tiene la acción de grupos minúsculos, de especuladores a nivel internacional denominados fondos buitres, respecto a los niveles de afectación de la condición soberana de un país y a las implicancias que esto tiene a nivel mundial y nacional", sentenció.
De esta manera, el funcionario kirchnerista desestimó las criticas de los obispos, quienes ayer manifestaron preocupación por la inestabilidad del empleo. "No se dijo y seguramente formará parte de la agenda de los obispos, como debe ser tambiín la cuestión económica y de las perspectivas laborales", agregó.
En este sentido, el Jefe de Gabinete aseguró que los dichos del vocero "no implican" un documento de la Conferencia Episcopal y discrepó nuevamente con los indicadores sociales de la Iglesia, que se basan en datos del Observatorio Social de la UCA.
"Ellos tiene indicadores que no coinciden con el sistema de estadificas oficiales, incluso con valores favorables al Gobierno. Es muy importante observas que la cuestión relacionada al empleo forma parte de una agenda recurrente del Gobierno", sostuvo Capitanich en su tradicional conferencia de prensa matutina.
Asimismo, el funcionario prometió que el Gobierno va a "generar las condiciones para preservar las fuentes de trabajo" de los operarios de las cerradas plantas de la imprenta Donnelley y la autopartista LEAR. "Lo que nosotros haremos es generar las condiciones para preservar las fuentes de trabajo", enfatizó, al referirse a las graves situaciones que atraviesan ambas compañías, que derivaron en cortes de tránsito de despedidos en la autopista Panamericana.
Con respecto a Donnelley, dijo que el cierre de la fábrica "llama mucho la atención" porque se trata de "una empresa que no registra deuda impositiva ni reclamo de la AFIP", además de que su "balance es superior en activo que en pasivo".
"Vamos a trabajar de común acuerdo tanto con el sindicato gráfico como con la industria desde el Gobierno y, del mismo modo, se hará con la empresa LEAR porque la imposibilidad de producir en condiciones pacíficas (por las protestas) implica que deba importar productos de otros países", sostuvo. Y añadió: "Flaco favor hacemos si no generamos las condiciones para que pueda producir para abastecer la demanda de sus productos".
"Eso no tiene un problema de mercado. Las perspectivas de LEAR tienden inclusive a duplicar la capacidad de ocupación en tanto y en cuanto tengamos normalidad en el proceso de producción", concluyó.
Ayer, trabajadores de la gráfica Donnelley, que despidió el lunes último a 400 operarios tras presentarse en quiebra, ingresaron en la planta de la localidad bonaerense de Garín, la tomaron y reactivaron la producción, tras jornadas con corte de tránsito en la colectora de la Panamercana.
En tanto, permanecía cerrada la fábrica de LEAR de la localidad bonaerense de General Pacheco, frente a la cual trabajadores despedidos concretaron múltiples bloqueos de tránsito en los últimos meses.
Fuente: otrosambitos.com.ar