El presidente de Francia, Fraçois Hollande, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, llamaron al mandatario ruso, Vladimir Putin, a hacer presión sobre los separatistas prorrusos de Ucrania para que dialoguen con Kiev sobre un alto el fuego.
En conversación telefónica, Hollande y Obama coincidieron en subrayar "la importancia de una reunión del grupo de contacto -Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)- lo antes posible con los elementos separatistas, para alcanzar un alto el fuego bilateral", informó la presidencia francesa en un comunicado.
"Han llamado a Putin a hacer presión sobre los separatistas para que acepten el diálogo con las autoridades ucranianas y a reforzar el control de la frontera ruso-ucraniana", agregó la nota difundida por el Palacio del Elíseo.
Asimismo, pidieron "la liberación de todos los rehenes" y aseguraron que van a "coordinar sus esfuerzos para ejercer las presiones necesarias".
En tanto, Separatistas pro rusos levantaron nuevas barricadas en las calles de Donetsk y tres puentes que llevan a esa ciudad oriental fueron volados con dinamita, en un aparente intento por resistir una inminente ofensiva del ejírcito de Kiev luego de haber sufrido su mayor revís en tres meses de rebelión.
Despuís de que los insurgentes perdieran sus bastiones de Slaviansk y Kramatorsk, en la provincia minera de Donetsk, el gobierno ucraniano dijo que el Ejírcito cortó casi todos los accesos utilizables hacia Donetsk capital, una ciudad de un millón de habitantes, y que pronto será "liberada".
Los insurgentes, que han declarado la independencia de la región y la han rebautizado República Popular de Donetsk, prometieron una "guerra partisana" enlos alrededores de la ciudad y afirmaron que ísta será más fácil de defender que Slaviansk, una localidad de unos 100.000 habitantes que sufrió los peores combates.
Grupos de rebeldes fueron vistos erigiendo nuevas barricadas en torno al edificio de la administración regional, que controlan desde el inicio de las hostilidades, y levantar puestos de control adicionales en algunos accesos a la ciudad, informó la agencia de noticias Europa Press.
No está claro quiín voló los puentes ferroviario y viales, pero su destrucción beneficia mayormente a los rebeldes, cuyas batallas con el ejírcito ucraniano ya dejaron unos 400 muertos y miles de desplazados desde que comenzaron, en abril pasado.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, anunció en su cuenta de Twitter que ordenó el asalto a Donetsk y Lugansk durante una reunión con sus jefes de seguridad, despuís de haber abandonado, la semana pasada, un alto el fuego argumentando que los rebeldes no lo habían respetado.
Poroshenko había prometido que habría negociaciones el fin de semana para tratar de acordar una nueva tregua, y aunque un equipo de la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE) se reunión en Kiev con el gobierno, no hubo representantes de los insurgentes y no se llegó a nada.
De visita en Bulgaria, el canciller ruso, Serguei Lavrov, reiteró el pedido del Kremlin de un nuevo alto el fuego en Ucrania y condenó a la OSCE por su "exigencia poco realista" de que las conversaciones tengan lugar en Kiev, adonde los insurgentes temen ir, y no en Donetsk, foco del conflicto.
Fuente: otrosambitos.com.ar