El secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, afirmó que la reactivación del tren Rosario-Cañada de Gómez es una posibilidad "muy concreta", reveló que la inversión inicial necesaria para ponerlo en funcionamiento sería de 240 millones de pesos, pero aclaró que "los actores involucrados" (Nación, provincia, municipios y sector privado) deberán sentarse "en una mesa de diálogo para buscar las formas de financiamiento".
En diálogo con La Capital, Ramos se refirió a la posibilidad de reactivar ese y otros ramales (como el Rosario-San Lorenzo) y enfatizó: "Ya no estamos hablando de proyectos endebles, porque hay un estudio con números concretos y voluntad política. El condicionante —insistió— es la inversión, por eso planteamos esfuerzos compartidos".
Para poder poner en funcionamiento el tren a Cañada se necesitan mejorar 71 kilómetros de vía y hacer una inversión importante en material rodante, además de acondicionar las estaciones del corredor, "que afortunadamente se mantienen, gracias a la ley de preservación del patrimonio ferroviario, convertidas en algunos casos en centros culturales", dijo.
Algunas cifras. En este sentido, los números elaborados por la Secretaría de Transporte hablan de una inversión de 240 millones de pesos y de un costo operativo (personal, combustible, mantenimiento) del orden de los 2,7 millones mensuales, para poner en marcha un servicio que conecte ambas ciudades en una hora y diez minutos.
El servicio, tal cual está en estudio, arrancaría en Rosario Norte, pararía en las estaciones rosarinas del Cruce Alberdi y Antártida Argentina (Fisherton), y en las de Funes, Roldán, San Jerónimo, Carcarañá, Correa, hasta llegar a Cañada de Gómez.
"Todo esto hay que verlo en el contexto de la recuperación del tren Buenos Aires-Rosario y del Belgrano Cargas, que requieren procesos de inversión históricos", dijo Ramos, y recordó: "El lunes estuvimos en Venado Tuerto, donde vamos a trabajar en la renovación de las vías desde Rufino hasta Rosario. Esto será para el transporte de cargas, pero mañana tambiín podremos pensar en un servicio de pasajeros".
Ahorro. El funcionario habló tambiín del ahorro que significa el tren de pasajeros, no sólo económico, sino en seguridad vial. "El tren significa descomprimir las rutas y un ahorro fenomenal de combustible, en corredores donde siempre estamos lamentando muertes por accidentes de tránsito". Y aclaró que "el objetivo principal es sacar de la ruta a los autos, que tienen un gasto de combustible altísimo y un nivel de siniestralidad preocupante. Pensemos que el parque automotor creció en el país en un 80 por ciento, y esto hace necesaria una modalidad de transporte alternativa".
Esta apreciación respondió a la inquietud planteada por los transportistas de colectivos, quienes manifestaron su preocupación porque el tren tenga una tarifa competitiva que les perjudique el negocio (ver página 4). "Primero, en ningún momento se habló de tarifas, y además, no tenemos por quí plantearnos esto como un perjuicio a ningún sector. Estamos hablando de una complementariedad, con el objetivo claro de sacar a los autos de las rutas. No hay ninguna intención de perjudicar al transporte de larga distancia, que es el más federal del país, y que desde 2003 a la fecha ha crecido con las políticas de compensaciones y apoyo que le ha dado el gobierno. No hay motivo para que entremos en recelos, en definitiva, hablamos una mesa para que les vaya bien a todos".
Con respecto a la reactivación del tren a Cañada, el secretario de Transporte no arriesgó plazos, ni frecuencias. "Los estudios están, tenemos una proyección y seguimos trabajando en la factibilidad. Lo importante es que ahora nos juntemos los actores involucrados y podamos sentarnos a una mesa de diálogo para poder evaluar la forma de financiación, porque estamos hablando de un beneficiario: el pueblo del sur de Santa Fe", dijo a modo de remate.
Fuente: otrosambitos.com.ar