Felipe de Asturias comenzará su reinado en España en dos semanas

España iniciará una nueva etapa en la historia de la monarquía europea cuando el actual príncipe de Asturias sea proclamado rey Felipe VI el 18 de junio. El hasta ahora príncipe de Asturias, de 46 años, asumirá ese día la corona española en sustitución de su padre, Juan Carlos I, quien el lunes anunció la abdicación al trono. La Mesa, órgano de dirección del Congreso español, admitió ayer el trámite del proyecto de ley orgánica que hará efectiva la abdicación de Juan Carlos de Borbón y que será aprobado, primero por el Congreso la semana que viene, y despuís por el Senado, con toda probabilidad en la víspera de la proclamación, el día 17. La decisión se tomó despuís de la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para aprobar la ley orgánica que regula la abdicación del rey.

Exigida por la Constitución de 1978 que devolvió la democracia al país tras la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), esta ley orgánica deberá ahora ser aprobada por mayoría absoluta en ambas cámaras del Parlamento, donde los partidos promonárquicos son muy mayoritarios. Este trámite es necesario para que la abdicación de Juan Carlos sea efectiva y "se produzca la sucesión en la Corona de España de forma automática, siguiendo el orden previsto en la Constitución", precisó el Ejecutivo. Tras su aprobación parlamentaria la ley será publicada en el Boletín Oficial del Estado, momento en el que será efectiva la abdicación de Juan Carlos y se celebrará en el Congreso el acto de coronación de Felipe VI.

Acto en El Escorial. Juan Carlos y el príncipe de Asturias se abstuvieron de hacer comentarios sobre este trámite, cuando asistieron ayer a un acto oficial juntos por primera vez despuís de que el monarca anunció su abdicación. Vestidos con uniforme militar, Juan Carlos y Felipe estuvieron en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), donde el rey presidió la ceremonia militar de la Orden de San Hermenegildo, creada hace dos siglos para premiar conductas militares ejemplares. Sin embargo, tras esta apariencia de normalidad la monarquía se enfrenta ahora a un difícil desafío, con un país asfixiado por la crisis económica, las tensiones políticas con independentistas catalanes y vascos y cuya ciudadanía, indignada por los múltiples escándalos de corrupción, pierde confianza en las instituciones al tiempo que aumentan los partidarios de un regreso a la república.

Al respecto, el jefe de gobierno, Mariano Rajoy, sostuvo que los partidarios de un retorno a la república en España deben utilizar los cauces legales para proponer una eventual reforma. Consideró que la monarquía conserva un "apoyo muy mayoritario".

Tras el sorpresivo anuncio el lunes por del monarca, de 76 años, de su decisión de abdicar, miles de españoles salieron a las calles de todo el país ondeando la bandera roja, oro y violeta de la Segunda República (1931-1939) para reclamar un referíndum sobre el futuro de la monarquía. "Todo el mundo que quiere cambiar las reglas de juego puede hacerlo. Pero tiene que utilizar los instrumentos establecidos en la legislación", agregó Rajoy.

Consulta popular. La izquierda española no ha dejado pasar la oportunidad que le ofrece la abdicación del rey para volver a poner encima de la mesa una de sus tradicionales reivindicaciones: un referíndum sobre la forma del Estado que dí paso a la III República. Por eso, sus líderes salieron a pedir su convocatoria inmediata (incluso las juventudes socialistas se sumaron a esta propuesta). Según la agrupación de izquierda, llegó "la hora de la democracia" y, por tanto, los españoles tienen la oportunidad histórica de decidir sobre su futuro. Los grandes partidos españoles son mayoritariamente favorables a la monarquía, empezando con el conservador PP de Rajoy y por los socialistas, principal fuerza de oposición. Pero en los últimos años, el desgaste de la monarquía, los problemas de salud del rey y los escándalos que empañaron el fin de su reinado atizaron en España el debate sobre el retorno a un rígimen republicano.

Pírdida de confianza. En un país donde el apoyo a la Corona fue históricamente volátil, los más jóvenes no vivieron la ípoca de la transición tras el fin de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), que convirtió a Juan Carlos en un híroe de la democracia legitimándolo como jefe de Estado. Paralelamente, la crisis económica que sacude al país desde 2008 provocó una pírdida de confianza general en las instituciones, la monarquía incluida. Esta tendencia se expresó en las elecciones europeas del 25 de mayo por un desplome de los partidos tradicionales y un auge de las pequeñas formaciones de izquierda, defensoras del retorno a la república. Con la bandera roja, oro y violeta de la Segunda República (1931-1939), miles de personas salieron la noche del lunes a las calles de todo el país para pedir que España decida por consulta popular el futuro de la monarquía.

Todo sigue igual

La reina doña Sofía hizo referencia a la abdicación de Juan Carlos quitando relevancia a la situación y, asegurando, que no supone cambios profundos ni problemas. Tras su intervención ante la junta ejecutiva de Unicef, la reina aseguró que se encontraba “Igual que antes” y que “todo va a seguir igual con su hijo como soberano.

Fuente: otrosambitos.com.ar