La Corte Suprema de Estados Unidos aún no tomó medidas sobre si atenderá o no la apelación que presentó Argentina, en su batalla con fondos buitre que rechazaron dos reestructuraciones ofrecidas por el país tras el default de 2002 La apelación no fue mencionada en la lista de nuevos casos que la corte decidió escuchar el martes antes de que comience un nuevo período judicial el lunes 7 de octubre.
Sobre la base de la costumbre de la corte, el desarrollo del martes puede significar que decidirá no escuchar el caso o que consultará al Gobierno del presidente Barack Obama para que determine si el caso amerita la atención del tribunal.
La presentación argentina que debería tratar la Corte es sobre el litigio contra los fondos buitre, en el que del juez Thomas Griesa consideró que el país no trató de manera igualitaria a los acreedores afectados por el default de 2001.
El principal tribunal estadounidense dio inicio ayer a la antesala de lo que será su próximo tírmino de trabajo que irá desde la semana entrante hasta finales de junio de 2014 y abarcará cerca de 80 casos de todos los peticionados.
En la audiencia de mañana, la Corte seguirá seleccionando los casos a los que les tomará audiencia. Reciín el 7 de octubre se anunciarán formalmente los que serán atendidos por el máximo tribunal.
De manera paralela, el Gobierno continúa agotando todas las instancias judiciales y se encuentra en otro trámite de apelación "en banc" ante la Cámara de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York para que el caso sea tratado por el pleno de la Corte. Esto es en rechazo al fallo posterior relacionado del 23 de agosto último, que se expresó sobre el mítodo de pago a los demandantes, y condenó al país a pagarle 100% bajo la fórmula Griesa. Este cálculo obliga a la Argentina a no pagarle a los bonistas del canje que ingresaron en el 2005 y 2010, si antes no abona el 100% de la deuda nominal en default a los fondos buitre.
En este marco, desde el pasado 24 de septiembre los bonistas que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, están habilitados para ingresar en el tercer llamado a regularizar la deuda aún en default desde 2001.
Se calcula que en total hay unos u$s 8.000 millones en esas condiciones, y si el Gobierno sólo consiguiera unos u$s 1.500 millones, el Ministerio de Economía de Hernán Lorenzino podría mostrar un porcentaje de aceptación del 95% (hoy es del 93,4%).
Sin embargo la principal misión de este nuevo llamado, que quedará abierto en el tiempo sin fecha límite, es que desde el máximo tribunal de los Estados Unidos tome como un gesto de buena fe la decisión del Gobierno de Cristina de Kirchner de volver a abrir una instancia negociadora con los holdouts.
Fuente: otrosambitos.com.ar