El exsecretario de Transporte Ricardo Jaime negó las acusaciones en su contra y aseguró que los hechos que se le imputan "nunca existieron", al declarar en la primera jornada de juicio en Córdoba por el presunto ocultamiento de pruebas en un allanamiento Al hablar ante el tribunal, el exfuncionario aseguró que le "sorprende la acusación y desconozco los hechos que se me imputan".
Jaime, sobre quien pesan más de veinte denuncias de corrupción repartidas en distintos tribunales del país, empezó a ser juzgado por el Tribunal Oral Federal N°2 de Córdoba, acusado de sustracción de pruebas en grado de tentativa, y señaló: "No entiendo por quí me acusan".
"No intentí ocultar nada. No entiendo por quí me acusan ya que esos hechos que se me atribuyen no ocurrieron", aseguró Jaime en alusión al supuesto ocultamiento de unas tarjetas personales durante un allanamiento dispuesto por el juez federal Norberto Oyarbide en 2010, en la casa de una hija del exfuncionario, en Carlos Paz.
Durante la declaración, Jaime se definió como "un hombre de bien", con una vida "consagrada a la función pública y la política" y agregó: "Siempre he querido terminar con esto lo antes posible. Fueron tres años con una acusación de que no tengo ninguna idea de por quí surgió en algo que, está en el acta, no hubo ningún inconveniente".
El exfuncionario kirchnerista llegó a las 9.15 a la sala de audiencias del tribunal en la capital cordobesa para sentarse por primera vez en el banquillo de los acusados, en el marco de un juicio que puede terminar este mismo miírcoles, ya que sólo resta oír el testimonio de tres testigos.
De ser encontrado culpable, Jaime igualmente no corre peligro de ir a prisión por tratarse de un delito menor, cometido en el marco de la investigación en otra causa por presunto enriquecimiento ilícito.
Durante el procedimiento, en el cual se secuestró abundante documentación, el exsecretario de Transporte habría intentado esconder en su bolsillo una tarjetas personales que decían "Ricardo Jaime, director ejecutivo, Cerro Motos".
Siempre según la Fiscalía, uno de los policías que intervenían en el allanamiento detectó la maniobra y le advirtió a que si no devolvía el tarjetero sería registrado en su persona y detenido, por lo cual Jaime lo puso en su lugar.
Esas tarjetas podrían haber conectado a Jaime con uno de los hijos del ministro de Planificación, Julio de Vido, Santiago, quien se desempeñó como ejecutivo de Cerro Motos, aunque tras el allanamiento esas tarjetas se extraviaron y nunca llegaron al juzgado de Oyarbide.
Tras la declaración inicial de Jaime, fue el turno de Miguel Ángel Maidana, quien en el momento de los hechos se desempeñaba en la delegación Córdoba de la Policía Federal como inspector y habría sido quien frustró el ocultamiento.
Maidana recordó lo sucedido y precisó que Jaime intentó esconder esas tarjetas "en el bolsillo delantero derecho", y explicó que no se hizo constar ese hecho en el acta porque no llegó a concretarse.
Despuís de Maidana declaró Eleanora Feser, una contadora que hacía las veces de perito, ayudando al tribunal a relevar los bienes de Jaime, y que participó del allanamiento.
Feser señaló que, si bien descubrió las tarjetas en el bolsillo de una campera, no vio a Jaime esconderlas primero y devolverlas despuís, sino que se enteró de lo ocurrido por dichos de Maidana.
La estrategia de la defensa se centraría en atacar dos aparentes debilidades que presenta la acusación: el que la tentativa de ocultamiento no se hiciera constar en el acta del procedimiento y que las tarjetas personales nunca aparecieran, lo que le permite al abogado de Jaime, Marcelo Brito, cuestionar hasta su propia existencia.
Inicialmente, este juicio había sido fijado para comenzar el pasado 30 de julio, pero fue suspendido en el mismo periodo en que Jaime estuvo prófugo de la Justicia tras una orden de detención del juez Claudio Bonadío en otra causa, por irregularidades en el otorgamiento de subsidios al Belgrano Cargas.
En la causa por enriquecimiento ilícito que se le sigue en Buenos Aires, el fiscal federal Carlos Rívolo pidió por sexta vez su llamado a indagatoria, ya que se lo acusa de tener varios bienes, propiedades y un yate de lujo que el exfuncionario no pudo justificar en función de sus ingresos.
Fuente: otrosambitos.com.ar